Humberto Sánchez, de 22 años, quien creció en Indiana, Estados Unidos, murió en Kabul, Afganistán, al igual que otros 13 militares norteamericanos que perdieron la vida durante un ataque suicida perpetrado en el aeropuerto.
La madre de Sánchez, Carol Briceño, contó que su hijo estaba desplegado en Jordania, pero cuando inició la etapa final de la evacuación en Kabul fue trasladado junto a un grupo para apoyar la retirada.
«(El grupo de marines de mi hijo) eran los más cercanos para llegar a Afganistán, y los más preparados», explicó la mujer al detallar que su hijo tenía cuatro años enlistado, había alcanzado el grado de cabo, y pensaba retirarse en julio.
Asimismo, reveló que después de su muerte su familia ha vivido momentos difíciles.
«Estamos consternados. (…) Todos estamos sufriendo la pérdida, no solo la familia«, indicó.
También recordó que la última vez que habló con su hijo fue hace aproximadamente tres semanas cuando le informó que lo trasladarían a Afganistán para la evacuación de la embajada de EEUU en Kabul.
«Mamá, vamos a evacuar gente del aeropuerto. Mami, si no regreso, quiero que sigas contando mis historias. Me dijo: ’estoy listo, estoy listo para todo. Este ha sido mi trabajo. A mí me entrenaron para esto’», señaló la progenitora.
Del mismo modo, agregó: «Sé que estaba en el lugar perfecto, a la hora perfecta. Era su tiempo, Dios lo llamó y Dios ha puesto mucha paz en nuestro corazón porque mi hijo era una persona súper querida».
La madre recalcó su deseo de que su hijo sea recordado como un héroe.
Redacción Maduradas con información de El Comercio.
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