De acuerdo con las últimas investigaciones de expertos en el tema, la intimidad erótica es más un estado de ánimo que un acto físico. En un estudio reciente, la psicóloga y terapeuta sexual Peggy J Kleinplatz y sus colegas de la Universidad de Ottawa en Canadá identificaron que casi no existía literatura dedicada al buen sexo. ¿Cómo se siente? ¿Quién lo tiene? ¿Y qué lo hace tan genial?
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Getty Images
En ese sentido, los investigadores reclutaron a personas de todo el mundo, de diferentes edades, género y orientación sexual, quienes aseguraron haber tenido, en algún momento de sus vidas, relaciones íntimas “realmente alucinantes”.
A través de una serie de entrevistas, los expertos empezaron a elaborar una imagen de cómo se ve, se siente y suena “el mejor sexo de todos los tiempos”.
“Para los amantes magníficos, el sexo se convirtió en una forma de conocerse a sí mismos y a sus parejas más plenamente. Era una forma de jugar y explorar juntos, de volverse vulnerables unos con otros. Para emprender una aventura”, explica la educadora sexual Emily Nagoski, autora de Tal como eres: La sorprendente nueva ciencia que transformará tu vida sexual.
11 pasos a seguir para mejorar la vida sexual:
1.- Estar completamente presente
De acuerdo con un estudio elabroado por investigadores de la Universidad de Virginia, una de cada 10 personas reconoció revisar su teléfono durante el sexo.
“Lo que me ayudó a sentirme más presente y encarnada en mis experiencias sexuales, es entrenarme para sentirme más presente a lo largo del día. Me tomo un momento para notar la textura del suelo sobre el que estoy caminando, la sensación del aire en mi piel o el tono particular del cielo. Realmente tratar de aprovechar las sensaciones de mi cuerpo: vista, oído, olfato, gusto. Si nos tomamos el tiempo para entrenar esa aptitud, es mucho más fácil llevarla al entorno sexual”, reveló la educadora sexual Ruby Rare.
2.- Ampliar la definición de sexo
Rare recomienda dejar de lado las nociones tradicionales de lo que “cuenta” y no “cuenta” como sexo, ya que eso permitiría “descubrir algo mucho más satisfactorio”.
“Si dejamos de lado la idea de que estamos ‘destinados’ a besarnos, luego a practicar los juegos previos, a tener sexo y un orgasmo, de repente estamos abiertos a jugar y explorar; a estar más presentes con el cuerpo del otro y realmente ver cómo podemos interactuar de una manera que podría emocionarnos aún más”, añadió.
En su estudio, Kleinplatz ha observado a menudo esto con sus pacientes. “Las personas que tuvieron la mayor satisfacción sexual fueron las personas que, por una razón u otra, descartaron todo el paquete de ideas pintadas por números sobre la sexualidad. Porque estas personas habían pasado a crear algo que se adaptaba mejor a ellos”, precisa.
3. Comprometerse con los deseos más profundos
El psicoterapeuta Ian Kerner, autor de So Tell Me About the Last Time You Had Sex, opine que la clave para lograr “el mejor sexo de nuestras visas” es que las personas dediquen tiempo a participar en sus fantasías eróticas más profundas.
Kerner argumenta que cada uno de nosotros tiene uno o más “temas eróticos centrales”, escenarios sexuales que “contienen mucha excitación para nosotros”. Resalta que ser realmente consciente de cuáles son esos aspectos, ayudará a tener relaciones íntimas más satisfactorias.
“Estas son cosas que nos hacen sentir más excitados, más entusiasmados. Lo que, cuando dejamos que nuestra mente divague, nos hará pensar: ‘Sí, esto me gusta, quiero más de esto’. Pero mucha gente simplemente no sabe cuáles son sus temas eróticos centrales”, expresó.
Por tal razón, recomienda un enfoque de “menú de degustación”, con el objetivo de que las personas se “descubran”: tomarse un tiempo para probar contenido sexual de diferentes creadores, ya sean revistas, ficción erótica, películas”.
4. Desarrollar la autocompasión
Nagoski indica que el primer paso para abrirse es desarrollar la autocompasión. “Debemos ir hacia las partes de nosotros mismos que nos preocupan, con amabilidad, aceptando que, si bien pueden parecer aterradoras, también son ciertas. Invitar a alguien en quien confiamos a esa verdad puede ser una experiencia increíblemente liberadora”, sostiene.
5. Ser honestos
Nagoski explica que si una persona nunca dice qué la enciende en la habitación, no podrá experimentar “la satisfacción de hacerlo”.
Por su parte, Rare sugiere abordar ese tipo de conversaciones con “una técnica que tomé prestada de la educadora sexual Allison Moon: primero decirle a la persona que queremos hablar con ella sobre algo, luego explicarle que es algo por lo que nos sentimos avergonzados o nerviosos y por qué. Quizás otros hayan reaccionado mal en el pasado y nos preocupa que esta persona también nos rechace. Luego, podemos lanzarnos a lo que tenemos que decir después de haberles hecho saber qué emociones están asociadas a la conversación para cada uno de nosotros”.
6. Jugar juegos mentales
Kerner asegura que, en la actualidad, existe una “escasez real de excitación basada en la mente”. “Dependemos de la novedad de una relación o encuentro para proporcionar ese tipo de estímulos psicológicos”, dijo.
Destacó que el sexo puede empezar como una fantasía desarrollada en la mente, durante todo un día. “Se llama excitación psicógena, la excitación que se desencadena por pensamientos sexuales en lugar de estimulación física”, especificó.
7. Comunicarse desde el principio
Kerner afirma que es “increíblemente útil” que las personas puedan desarrollar una comunicación abierta en torno al sexo desde el inicio de una relación, ya que se puede ofrecer una “retroalimentación” y ser compasivos con un compañero si se avergüenza o se pone a la defensiva.
“Por ejemplo, podríamos decir: ‘Me encantaría si hiciéramos esto o si me tocaras así’. Si pueden visualizar el sexo que quieren tener, están realmente a la mitad del camino”, agregó.
8. Programar la diversión
Kleinplatz enfatiza que el sexo necesita intencionalidad”. “Requiere decir: ‘Estoy dispuesto a hacer de estar contigo una prioridad en mi vida’. Si lo están haciendo bien, requerirá esfuerzo; no debería sentirse como un trabajo, pero ciertamente requerirá tiempo y energía”, comentó.
9. Hacer ejercicios de Kegel
Una publicación reciente de la revista Harvard Health Publishing de la Escuela de Medicina de Harvard, reveló que tanto mujeres como hombres pueden mejorar su condición física ejercitando los músculos del suelo pélvico.
“Para hacer estos ejercicios, es necesario apretar el músculo que usarían si estuvieran tratando de detener su orina. Mantengan la contracción durante dos o tres segundos y luego suéltenla. Repítanlo 10 veces e intenten hacer 5 series al día. Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier lugar: mientras conducen, sentados en sus escritorios o mientras aguardan en una fila para pagar”, precisaron los especialistas.
10. Darse tiempo
Los cambios físicos en el cuerpo significan que las personas necesitarán más tiempo para excitarse y lograr un orgasmo. “Cuando uno lo piensa, pasar más tiempo teniendo sexo no es algo malo; incorporar estas necesidades físicas en su rutina de hacer el amor puede abrirle las puertas a un nuevo tipo de experiencia sexual”, dijeron expertos de Harvard.
11. No rendirse
“Si ninguno de sus esfuerzos parece funcionar, la esperanza es lo último que se pierde. Un médico a menudo puede determinar la causa de un problema sexual e identificar tratamientos efectivos. También puede poner a un paciente en contacto con un terapeuta sexual que puede ayudarlo a explorar los problemas que pueden obstaculizar una vida sexual satisfactoria”, finaliza el artículo de Harvard.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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