La exlegisladora colombiana Aída Merlano llegó este viernes a Bogotá 10 de marzo deportada desde Venezuela para responder por una condena de 15 años por delitos electorales y aseguró que teme que la asesinen como represalia por sus denuncias contra poderosas mafias políticas.
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La mujer de 42 años estaba detenida en Venezuela desde enero de 2020, adonde huyó meses antes como prófuga de la justicia tras una fuga cinematográfica en Bogotá.
«Tengo como prioridad hacerle frente a todos los procesos que cursan en mi contra. Darle la cara a la justicia para responder por los delitos que cometí y para defenderme de los delitos que me imputaron injustamente y de los que yo me declaro inocente», dijo Merlano desde la sede de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol.
De abrigo blanco, cartera en mano y protegida por un chaleco antibalas, la mujer descendió de una aeronave en el aeropuerto El Dorado de la capital colombiana y luego fue llevada a la vecina dirección policial, según imágenes difundidas por autoridades.
«(Quiero) pedirle al presidente Gustavo Petro por la seguridad y la integridad de todos los miembros de mi familia y también pedirle por mi integridad porque temo por mi vida», añadió.
Condenada por comprar votos en las elecciones generales de 2018, la excongresista fue recapturada en Maracaibo, en el oeste de Venezuela, tras su fuga de Bogotá el 1 de octubre de 2019.
Merlano escapó por la ventana de un centro médico, donde recibía atención odontológica con la supervisión de autoridades carcelarias. Desde su detención en Venezuela, la excongresista denunció la corrupción política y compra de votos en el Caribe colombiano.
«Voy a seguir dando la batalla hasta demostrar la inocencia en los montajes de los que fui víctima de un clan político mafioso de la costa Caribe», aseguró.
En una declaración ante la justicia venezolana acusó al entonces presidente Iván Duque (2018-2022) de querer asesinarla para silenciar sus acusaciones contra las influyentes familias colombianas Char y la de su expareja, el empresario Julio Gerlein.
Buscada
Merlano fue deportada a su país cuando faltan unos meses para las elecciones regionales de octubre, en las que participan partidos y políticos salpicados por sus denuncias.
«Debe ser en este momento la mujer más amenazada del país, ella ha establecido sus denuncias en contra de las mafias del Caribe colombiano y me parece que es el momento justo para llegar, para decir la verdad», dijo su abogado Miguel Ángel del Río.
La Dijin indicó que Merlano «registra dos notificaciones de Interpol, una circular roja» y otra azul por los delitos de «concierto para delinquir, porte ilegal de armas de fuego, corrupción a sufragante» y «fuga de presos».
La justicia venezolana la acusaba de usurpación de identidad y uso de documento falso.
El caso de Merlano había quedado en el centro de la disputa que existía entre los presidentes Duque y Nicolás Maduro, quienes gobernaron sin relaciones diplomáticas en medio de fuertes críticas de lado y lado.
El entonces mandatario colombiano había pedido sin éxito su extradición al opositor Juan Guaidó, una solicitud que Maduro tachó de «ridiculez». Con la llegada al poder de Petro, ambos países estrecharon relaciones y retomaron acuerdos diplomáticos y comerciales.
Según Merlano, tras su fuga en Bogotá se escondió en una hacienda donde sus enemigos le tendieron una trampa. «Intentaron asesinarme en una finca luego de ser violada» y después «logré salir sana y salva y me resguardé en el gobierno del presidente Nicolás Maduro», relató.
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