En los negocios destinados a la venta de verduras y hortalizas sólo se ven incrementos en los precios paulatinamente que obedecen a la alta inflación que se vive en el país.
12 mil bolívares es el precio más económico que los habitantes de San Cristóibal, en Táchira, deben pagar por un kilogramo de tomates.
Para este fin de semana en algunos comercios ya se ofertaban entre 13 y 14 mil bolívares.
Otros productos también evidencian elevados precios como el pimentón, entre 8 y 10 mil bolívares.
Con un salario mínimo, de 136.544 bolívares, se debe trabajar durante tres días para adquirir un kilo de tomates, ante esta realidad, algunos venezolanos han optado por agregar salsa de tomate a sus guisos para no perder el acostumbrado sabor de sus platos.
Redacción Maduradas con información de La Nación.
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