Cuatro niños sobrevivieron en la selva entre Guavire y Caquetá durante 40 días alimentándose con fariña, una harina hecha a base de yuca amarga que es rica en proteína, calorías, vitamina B y otros nutrientes.
Se trata de Lesly Mucutuy, Soleiny Mucutuy, Tien Noriel Ronoque Mucutuy y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, los cuatros niños que desaparecieron en la selva colombiana tras accidentarse en la avioneta dónde viajaban, pero siguieron las tradiciones de las comunidades indígenas de la Amazonía para mantenerse con vida por más de un mes.
El abuelo de los niños, Fidencio Valencia, explicó que los niños encontraron la fariña en los restos de la avioneta, pues su madre la llevaba entre su equipaje, pero además de este alimento, comieron pepas para sobrevivir en la selva.
«Nosotros nunca pensamos que los íbamos a encontrar así como tan bueno, sí se acabaron, ellos tienen todos los sentidos, cuando se accidentó el avión ellos sacaron fariña y con eso sobrevivieron y después de que se les acabó la fariña, comenzaron a comer pepas», detalló el abuelo.
Por su parte, Astrid Cáceres, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, precisó que la mayor de los niños, Lesly, le contó que también encontraron los kits de alimentos que las fuerzas militares lanzaron desde los helicópteros que también contenían fariña.
«Eso nos contó la niña, que habían encontrado varias raciones, que confirman un poco la hipótesis que nos había contado la tropa, de haber encontrado algunas destapadas. Así fue», manifestó.
La funcionaria detalló que en un acuerdo con la delegada de la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (Opiac) sobre los aspectos nutricionales de los niños, decidieron incluir en los kits alimenticios la fariña y bocadillos.
«Fue un acuerdo con la delegada de la Opiac y entre todos pensamos, agua, la tropa nos dijo pongamos suero, el otro fariña, cómo se prepara la fariña, qué hay que poner, y entonces se decidieron bocadillos, que es energético, se decidieron alimentos energéticos, pero también alimentos de su región, y creo que eso es lo que más referencia la niña que encontró la fariña», dijo.
Aprovechó para resaltar la importancia de proteger a los niños que, a pesar de su debilidad, se han mostrado juguetones.
«Lesly nos sonrió, nos dio abrazos, nos contó del perrito; Tien tiene muchas ganas de jugar, está aburrido de la cama, él quiere salir y caminar, él está muy contento y le tiene un poco de susto a las agujas: ‘¿cuándo me quitan ese clave?’, y todos le explicamos ‘falta, falta, ya vamos para allá’. A Tien le gusta mucho jugar y quiere salir, y quiere leer, entonces los libros van a ser una maravilla para ellos; y Cristin es la mujer más hermosa y dulce, después la van a conocer, déjenla recuperarse. Cristin es maravillosa, tiene un aretico que conservó y tiene una tranquilidad para trabajar con las enfermeras, que ustedes no se imaginan. Soleiny habla un montón, nos contó un montón de cosas que pasaron, y están muy, muy, muy felices de encontrarla», expresó.
Al mismo tiempo, agregó: «Hablan poquito todavía y están débiles, entonces aunque quieren jugar, porque Cristin y Tien estaban hoy jugando, y cuando un niño juega es la maravillla porque sabemos vamos pa’ lante; están un poco… todavía no conversan tanto como quisieran. Démosle tiempo».
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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