Estudiantes y profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) reconocen y hablan abiertamente del llamado “pasillo de la muerte”, una zona de la “casa que vence las sombras” ubicada justo frente al estado de fútbol de la UCV.
El pasillo de la muerte se caracteriza por un crítico abandono, al que está sometida toda la universidad, y por sus mosaicos azules. Además, es el lugar predilecto del hampa para hacer de las suyas. El terror es un sentimiento común para quienes se ven obligados a transitar el lugar a la expectativa de que pudieran ser asaltados por delincuentes que se esconden en el monte que rodea la zona.
Los estudiantes y profesores han tomado medidas para evitar ser atracados. Algunos establecen contraseñas para reconocerse si llegan a tocar la puerta del salón en el que les toque ver clases, dado que en una oportunidad secuestraron a una clase entera y les robaron todas sus pertenencias.
Sin embargo, el miedo que se vive en el pasillo de la muerte se replica en toda la universidad, acediada por el hampa, por la desidia y por el abandono.
Redacción Maduradas
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