Un destacado cirujano de columna de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, presentó documentos judiciales en los que acusó a su ahora exesposa de pluriempleo como prostituta de alto precio.
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Esos recursos facilitaron que su amargo divorcio se resolviera rápidamente este lunes 26 de julio.
Se trata del médico Jo Kim del Hospital for Special Surgery y su exesposa Regina Turner, Miss Connecticut USA 2011.
El veloz acuerdo se originó después de una presentación de 294 páginas en la Corte Suprema de Manhattan en la que el profesional de la salud, de 41 años de edad, intentó de anular el matrimonio, alegando que su esposa, de 32 años de edad, lo había engañado para que se casara al ocultar su “vida secreta como prostituta para hombres ricos”.
Kim manifestó que Turner había recibido casi $ 700,000 en efectivo de sus clientes desde 2015.
Documentos judiciales señalan que el médico pidió el divorcio en diciembre de 2020, luego de hallar un mensaje de texto comprometedor de un hombre en una computadora en la propiedad del matrimonio ubicada en Upper East Side.
Ambos se separaron de manera oficial el pasado mes de abril, pero el cirujano reveló de que después se enteró que Turner había trabajado como prostituta desde antes de que contrajeran nupcias el 27 de noviembre de 2015 y siguió haciéndolo durante el matrimonio.
“Sigue siendo inconcebible para el demandante que, dadas sus considerables ganancias como cirujano de columna y su enorme generosidad con el acusado, ese acusado continuó vendiendo sexo por dinero durante el matrimonio”, alega la demanda.
La mujer que fue coronada Miss Connecticut USA en 2011, supuestamente estafó a Kim cuando ambos salían y le decía al médico que se encontraba trabajando en una aplicación apoyada por un inversionista adinerado.
Al momento de preguntarle cómo se mantenía a sí misma mientras la aplicación todavía se encontraba en desarrollo, Turner aseveró que vivía de una herencia de $500.000 de su bisabuela.
No obstante, la demanda señala que “sus ahorros y acceso a fondos derivaron de su recepción de dinero a cambio de la prestación de servicios sexuales”.
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Redacción Maduradas con información de New York Post
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