El gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se halla este lunes 29 de marzo en plena reorganización, tras las bajas del canciller y del ministro de Defensa, en momentos que el país está bajo fuertes tensiones por el fracaso en la lucha para contener la pandemia del coronavirus.
Sergio LIMA / AFP
El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, un ideólogo del «antiglobalismo», y el general retirado Fernando Azevedo e Silva eran miembros del gabinete desde la llegada del mandatario ultraderechista al poder, en enero de 2019.
Sumada a la del general Eduardo Pazuello al frente del Ministerio de Salud hace dos semanas, se trata de la tercera baja de un miembro clave del gobierno, que enfrenta un recrudecimiento brutal de la pandemia que ya dejó cerca de 315.000 muertos.
La partida de Azevedo e Silva de la cartera de Defensa tomó por sorpresa al país. «Agradezco al presidente de la República, a quien dediqué mi total lealtad a lo largo de estos más de dos años, por la oportunidad de haber servido al país como ministro de Estado de la Defensa», escribió en una nota.
«Parto con la certeza de la misión cumplida», agregó el militar, de 67 años, sin precisar si se trataba de una renuncia o de una destitución decidida por el jefe de Estado.
Tras la salida de Azevedo, la prensa brasilera anticipa una reoganización ministerial, que también podría implicar a otras carteras estratégicas, como Casa Civil (jefatura del gobierno) y el Ministerio de Justicia.
Araújo, por su lado, acabó por presentar su renuncia ante una avalancha de críticas que atribuyen a sus altercados con China la dificultad del país sudamericano para comprar vacunas e insumos anticovid.
Araújo «tomó la decisión y presentó la renuncia», dijo a la AFP una fuente de la cancillería, que pidió el anonimato. Bolsonaro debe aceptar aún el pedido y, de hacerlo, nombrar al sucesor.
AFP
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