En medio de la ola de denuncias de acoso, abuso y violencia sexual a través de las redes sociales, una periodista venezolana narró este jueves 29 de abril los abusos psicológicos que sufrió por parte del director de un medio de comunicación social.
Rosalí Hernández aseguró que durante los meses que trabajó en ese medio era usual hallar a personas “llorando en el baño” debido a los colapsos nerviosos que sufría por “los gritos constantes y abusos psicológicos” de ese director en medio de la sala de redacción.
Hernández explicó que le “costó” tiempo entender que la actitud de ese director “no era parte de su personalidad exigente”, sino que significaba “un red flag” de una persona abusiva. Añadió que solo pudo comprenderlo así cuando le tocó vivirlo “en carne propia”.
“Un día como muchos en medio del ajetreo del diarismo, el director en cuestión sale con una regla de más de 50 cm a caminar por todo el lugar, preguntado si un fuetazo sería suficiente para producir bien. Todo escondido detrás de un humor balurdo que lo caracteriza”, expresó.
La periodista continuó su relato en su cuenta en la red social Twitter: “Me miró en medio de la sala de redacción, y con su voz aguda, que hasta el día de hoy al escucharla en mi mente me causa rechazo, y me dijo delante de todos que cómo se vería esa regla en mi cachete”.
Confesó que esas palabras la dejaron en shock, no supo cómo actuar ni qué responder ante lo que había escuchado, solo se levantó de su asiento y se encerró en una sala de edición “a respirar”.
Sin embargo, reveló que esa no fue la primera o última ocasión que experimentó un momento de este tipo hasta que logró acumular las “fuerzas suficientes” para irse de ese “nefasto lugar”.
“Tomo la decisión de contar este episodio, no aislado, de muchos que viví en ese lugar, para darle fuerzas a esas que vivieron cosas peores con ese señor, porque siento que es momento de que salga de su zona de privilegios”, concluyó su testimonio Hernández aunque no mencionó nombres de la persona o el medio de comunicación al que re refirió.
En una sala de redacción en un medio digital en el que trabajé durante casi un año, era constante encontrar personas llorando en el baño con colapsos nerviosos por los gritos constantes y abusos psicológicos de su director en medio de la sala de redacción. @Reportera15
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Como todo, me costó entender que no era parte de su personalidad “exigente”, era un red flag de una personalidad abusiva. No lo entendía, hasta que me tocó vivirlo en carne propia.
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Un día como muchos en medio del ajetreo del diarismo, el director en cuestión sale con una regla de más de 50 cm a caminar por todo el lugar, preguntado si un fuetazo sería suficiente para producir bien. Todo escondido detrás de un humor balurdo que lo caracteriza.
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Me miró en medio de la sala de redacción, y con su voz aguda, que hasta el día de hoy al escucharla en mi mente me causa rechazo, y me dijo delante de todos que cómo se vería esa regla en mi cachete.
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Me quedé pasmada, no supe qué decir, me sentí como nunca. Solo me paré de mi silla y me encerré en la sala de edición a respirar. Este no fue el primer episodio ni el último que vivir con el, hasta que tomé las fuerzas suficientes de irme de ese nefasto lugar.
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Tomo la decisión de contar este episodio, no aislado, de muchos que viví en ese lugar, para darle fuerzas a esas que vivieron cosas peores con ese señor, porque siento que es momento de que salga de su zona de privilegios.
— Rosalí Hernández M. (@rohernandezm_) April 29, 2021
Redacción Maduradas
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