Jonathan Morales y Daliana Loyo, una joven pareja de venezolanos de 26 y 23 años de edad respectivamente, salieron del país como otros 4.000.000 de ciudadanos: huyendo de la crisis para buscar mejores oportunidades en otras fronteras.
A pesar de que no habían considerado irse del país durante un tiempo, finalmente, obligados por la caída de las condiciones económicas, la inseguridad y la escasez de alimentos y medicinas, decidieron migrar a Chile. Lo hicieron por tierra, a través de la frontera con Colombia. El viaje les tomó 22 horas.
Ambos se dedicaban a la enfermería en Venezuela, por lo que lidiaron con la falta de condiciones médicas y bajos salarios, incluso cuando trabajaron en clínicas del este de Caracas.
“Todo a mi alrededor solo gritaba: ‘¡Sal de aquí!”, manifestó Morales a The Wall Street Journal.
Afirmó, además, que sus abuelos le habían dicho, en determinado momento, que no migrara, pero ante el recrudecimiento de la crisis y el fallecimiento del hermano menor de Morales y dos de sus primos, pronto lo instaron a dejar el país.
“Mis abuelos solían decirme: ‘No te vayas’. Ahora dicen: ‘Huye tan rápido como puedas”, aseveró el joven.
Tanto su pareja como él tienen familiares en el exterior, en diferentes países de la región, pero también dejaron a algunos miembros de sus respectivas familias en Venezuela. Aseguran que su intención es pagar sus deudas y ayudar a su gente.
“No estoy demasiado preocupado (por el frío de Chile). Si tengo frío, solo pensaré en Maduro”, expresó Morales.
Redacción Maduradas con información de The Wall Street Journal
Lea también: