Una ciudadana de nacionalidad china detuvo a un taxista en Bangkok, Tailandia, para que la llevara a un centro asistencial, pero el vehículo terminó atrapado en el tráfico.
Reuters
Para pasar el tiempo, la mujer sacó su teléfono celular e, inclinándose hacia delante, señaló varios lugares turísticos que quería visitar.
Segundos más tarde estornudó y las gotas de saliva salpicaron el rostro del taxista.
“Pensé que era bonita, pero que tenía mala educación”, contó el taxista Thongsuk Thongrat.
Aproximadamente una semana después, Thongsuk, de 50 años de edad, dio positivo para el nuevo coronavirus, cuyo brote comenzó en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China.
La enfermedad se ha propagado por más de 70 países del mundo, entre ellos, Tailandia, donde al menos 41 personas al terminado afectada.
El diagnóstico de Thongrat coloca en evidencia los riesgos que afronta los taxistas y otras personas que habitualmente están en contacto con visitantes extranjeros, incluso en estos momentos en que la reducción de los viajes internacionales ha afectado a las economías que dependen del turismo.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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