Una joven venezolana se vio en la obligación de abandonar la ciudad de Guangzhou (China) hace apenas dos semanas como consecuencia del avance del nuevo coronavirus originado en Wuhan.
La Patilla
La ciudadana, a quien La Patilla se refiere con el nombre falsos de Jackeline, es comunicadora social y migró en 2018 a Guangzhou, población que se encuentra a solo 11 horas de Wuhan.
Aseveró que la “histeria colectiva” no le era ajena, pero no fue sino cuando se hizo pública la epidemia de Covid-19 que comenzó a padecer, verdaderamente, las consecuencias de la enfermedad, ya que tuvo que renunciar a su trabajo y las provisiones de alimentos se hicieron escasas.
“Los alimentos cada vez eran menos en los supermercados, hasta que llegó un punto en que ya no nos querían vender a nosotros los extranjeros. Una amiga de nacionalidad china tuvo que intervenir por nosotros», comentó la muchacha, quien había migrado a China por una oportunidad de trabajo como cantante.
La situación del coronavirus y otras que prefirió no comentar la hicieron tomar la decisión de migrar nuevamente, pero esta vez a España en donde ya hay más de 193 infectados.
“El avión iba full de chinos, no miento. Todos iban tosiendo, estornudando y así llegaron a España. Me hicieron llenar un papelito sobre si tenía los síntomas o no, y ya”, detalló y aseveró que no le fue realizado el protocolo de descarte.
Así mismo, manifestó que, a su juicio, los contagios ocurridos son consecuencia de la “falta de control” de las autoridades.
“Las líneas aéreas permitieron que los chinos salieran por todos lados”, alertó.
En ese sentido, Jackeline mantiene un perfil bajo en su nuevo destino. Teme que, por los prejuicios, las puertas se le puedan cerrar. Prefiere no comentar de dónde llegó.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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