El presidente de Chile, Gabriel Boric, descartó este viernes, 7 de junio, romper relaciones con Venezuela por las declaraciones del fiscal general venezolano, Tarek William Saab, que atribuyó a «funcionarios de Inteligencia chilenos» la muerte en territorio chileno del exmilitar venezolano Ronald Ojeda.
«En general, en política internacional, la regla general es que es indeseable romper relaciones por muchas diferencias que uno tenga con países», señaló el mandatario en una entrevista con CNN Chile Radio.
Agregó, que «la manera de solucionar los problemas es conversando, no dejando de conversar».
Los restos de Ojeda, disidente del régimen de Nicolás Maduro y asilado político en Chile, fueron hallados 10 días después de haber sido secuestrado en una toma irregular en una localidad periférica de la capital, sepultados a una profundidad de 1,4 metros, debajo de un bloque de cemento.
Ojeda, de 32 años, fue sacado en plena noche de su casa, casi desnudo, por un grupo de personas vestidas con falsos uniformes de la Policía chilena.
El subsecretario chileno del Interior, Manuel Monsalve, también se refirió a las declaraciones de Saab y aseguró que “en los casos policiales lo que manda es la evidencia y le corresponde al Ministerio Público chileno descartar o afirmar hipótesis”.
“Chile tiene instituciones sólidas, tiene instituciones profesionales, tiene instituciones que llevan adelante investigaciones basadas en evidencia”, añadió en declaraciones a los periodistas.
El fiscal chileno a cargo del caso, Héctor Barros, vinculó el crimen con la banda criminal Tren de Aragua, nacida en una cárcel venezolana y extendida por Chile, Perú, Colombia y Bolivia; el caso generó fricciones entre ambos países y acusaciones de falta de cooperación por parte de Chile hacia Venezuela.
Dos fiscales venezolanos visitaron la semana pasada Chile y se reunieron con el director de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional chilena (Uciex), Juan Pablo Glasinovic, para colaborar en la investigación.
Hasta el momento, el único imputado por el secuestro y homicidio de Ojeda es un joven venezolano de 17 años, quien permanece en un centro juvenil desde marzo.
Otros dos sospechosos tienen una orden de detención vigente y se encuentran prófugos de la Justicia, aunque las autoridades chilenas tienen sospechas de que se encuentran en Venezuela.
Redacción Maduradas con información de EFE y CNN
Temas relacionados: