El general cubano en el exilio Rafael del Pino escribió una carta abierta a los civiles y militares venezolanos con motivo de las próximas elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en ese país el 28 de julio. En su misiva, manifestó su “profunda vergüenza” por la relación entre la dictadura de los hermanos Castro y el régimen de Nicolás Maduro.
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No obstante, se expresó optimista y anticipó que “volverán a sonar las campanas” en Venezuela, siguiendo el ejemplo de la liberación que ocurrió al cabo de un año de la rebelión popular y militar que derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez.
El general hizo un llamado a las fuerzas armadas para que cumplan su compromiso constitucional y no permitan que “la mafia gobernante” altere los resultados electorales o fabrique “peligros de agresión extranjera” para suspender las elecciones. Además, enfatizó que los militares venezolanos deben estar al servicio de la nación y no obedecer a fuerzas castrenses extranjeras ni a políticos corruptos.
“En apenas tres semanas, el día 28 de julio, las elecciones pueden salvar a Venezuela del estado mafioso en que han convertido a esa gran nación en alianza con Cuba, Rusia, Irán, China y el crimen organizado transnacional”, resaltó.
Del Pino advirtió sobre la “peligrosidad” de Maduro, quien sabe que “perdió las elecciones frente a la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González”. Las dictaduras, a su juicio, no pueden resistir por mucho tiempo “un levantamiento general de la población apoyado por militares de honor que se nieguen a obedecer la tiranía”.
Por último, el general instó a los aliados de Maduro a entender que su tiempo ha terminado y que deben acceder a una transición democrática no violenta.
“En estos días decisivos”, Del Pino recordó el 21 de enero de 1958, cuando las campanas de las iglesias sonaron en toda Caracas y los automóviles crearon una “euforia increíble” que animó a los ciudadanos a salir a la calle.
“Cuba seguirá vuestro ejemplo y alcanzará también su liberación”, concluyó el exmilitar en el exilio.
Redacción Maduradas
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