Dicen que en tiempos de dictadura lo que premia es la protesta creativa, y es así. Este domingo, un grupo de venezolanos protestó nada más y nada menos que en El Vaticano, lugar donde reside el papa Francisco, quien cabe acotar ha tenido una posición muy blanda sobre la situación en Venezuela.
El papa ha sido duramente criticado por quienes esperan que alce su voz contra las injusticias que ocurren en Venezuela, exigiendo el cese de la brutal represión que ya ha dejado decenas de muertos, pero hasta el momento el sumo pontífice se ha limitado a pedir «entendimiento» y «diálogo». Algunos dicen que desconoce la situación pues «lo tienen mal informado», otros aseguran que es cómplice al saber lo que sucede y decidir callar.
Sea como sea, fue obligado a observar el verdadero sufrimiento del pueblo venezolano que hoy es asesinado por las fuerzas del Estado solo por protestar. Este domingo, cuando el papa Francisco ofrecía la oración de Regina Coelli desde su balcón en la plaza San Pedro del Vaticano, un grupo de venezolanos se alzó con cruces negras con los nombres de cada uno de los caídos en protestas.
En las gráficas se observa que el papa Francisco no tuvo otra opción que ver la realidad que hasta el momento se había negado a evaluar de cerca, por las razones que fuera.
«Juan Pernalete, Bryan Principal, Almelina Carrillo, Armando Cañizales, Carlos Moreno», son algunos de los nombres que se leen en las cruces color negro, que los venezolanos mostraron al papa.
Esperemos que el papa Francisco haya entendido el mensaje.
Redacción Maduradas.