«La inestabilidad política y económica de Venezuela nos ha afectado muchísimo, durante muchos años fueron nuestros segundos socios comerciales, después de Estados Unidos», comentó a El Colombiano Sergio Ignacio Soto, director ejecutivo de Fenalco Antioquia.
De acuerdo con el dirigente gremial, en la actualidad hay problemas de cartera y una deuda con los exportadores y pymes de Antioquia que asciende a los 500 millones de dólares, reseñó El Colombiano.
«Se han tenido que desviar los recursos de comercio exterior hacia otras naciones, porque hay mucha inestabilidad jurídica y unas condiciones políticas adversas. La verdad, a corto y mediano plazo no se ve una solución», concluyó Soto.
Durante el mandato de Nicolás Maduro, que este mes ajustó un año, en Venezuela se agravó la crisis social, de cuenta de la devaluación de la moneda, el desabastecimiento de productos de la canasta familiar, el contrabando (bachaqueo), las divisiones políticas y la delincuencia común.
El gobierno le ha echado la culpa de la crisis a la oposición y la oligarquía, a quienes acusa de instigar un golpe de Estado «suave».
Comercio interno afectado
La Cámara de Comercio de Caracas denunció que en los últimos meses se han perdido 60.000 empleos en el sector.
Uno de los renglones más perjudicados es el de los centros comerciales que, según Víctor Maldonado, el director de la Cámara caraqueña, recibe 2,4 millones de usuarios diarios en todo el país.
Por el desabastecimiento, algunos han tenido que cerrar sus puertas, clausurar tiendas, restringir los servicios de ascensor, escaleras eléctricas y hasta baños públicos.
Incluso, se ha estudiado la posibilidad de no abrir los días lunes, una medida que de aplicarse, a juicio de Maldonado, acabaría con otros 600.000 puestos de trabajo.
Una esperanza, tanto para los empresarios venezolanos como para los colombianos, es que los diálogos entre gobierno y oposición, que iniciaron hace dos semanas, den luces en pro de una solución.