Recientemente, un portavoz del gobierno ruso informó que llegó a un acuerdo con el grupo paramilitar Wagner para evitar que la situación de rebelión escalara a mayores.
«El principal objetivo era evitar un baño de sangre, confrontación interna y enfrentamientos con resultados impredecibles», explicó el representante del Kremlin, Dmitri Peskov e indicó que también esa era la meta de la mediación del líder bielorruso, Alexander Lukashenko.
Es importante recordar que este sábado 24 de junio, miembros de la agrupación de mercenarios, que alguna vez estuvieron a favor de Vladimir Putin, presidente de Rusia, se levantaron en contra de la cúpula militar rusa. A pesar de que, en su momento, señalaron que el alzamiento no era un golpe de Estado, como muchos señalaron, a nivel mundial, se percibió la rebelión como un «desafío» al poder de Putin.
Redacción Maduradas con información de AFP
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