Luego de que se conociera que la serie «Griselda», protagonizada por la actriz Sofía Vergara, quien encarna a Griselda Blanco, una de las mujeres más temibles de la historia del narcotráfico en Colombia y Estados Unidos, se convirtió en una de las más vistas en la plataforma Netflix, el nombre de esta polémica mujer comenzó a resonar, aunque ha pasado más de una década desde su fallecimiento.
El Periódico- El Espectador
Blanco, nacida en Colombia en 1943, fue conocida por ser pionera en el tráfico de cocaína y haber cometido, según autoridades, no menos de 200 asesinatos. Además, habría labrado, con este negocio ilícito, una fortuna $1,500 millones.
Griselda fue también, según medios, una de las pocas personas a las que, supuestamente, temió Pablo Escobar.
De acuerdo con La Razón, Escobar y Blanco era una «pareja sin igual», al punto que ambos se convirtieron en figuras clave en la historia del narcotráfico colombiano. Al parecer, la llamada «reina de la cocaína» fue un soporte fundamental de Escobar, hasta el punto de que, sin ella, posiblemente, él no habría llegado a ser uno de los hombres más peligrosos liderando el cártel de Medellín.
Escobar y Blanco fueron esenciales para la fundación del referido cártel.
Se cree que ambos entablaron contacto en los años setenta del siglo pasado, cuando Escobar comenzaba a destacar como un cabecilla en el negocio ilícito de la droga. Al parecer, la visión estratégica de ambos criminales confluyó en el seno del cartel de Medellín, convertida en los ochenta en la organización criminal más temible en el país.
Para muchos, la mujer fue, de hecho, la «madrina» de Escobar y que la relación de ambos se basaba en una suerte de «sinergia emocional».
El carácter fuerte de Blanco y su amplia red de informantes y sicarios hacían sentir a Escobar como «persona vulnerable».
Redacción Maduradas con información de La Razón
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