Trabajadores esenciales en medio de una crisis que hacen de sus labores diarias un acto de heroísmo. Se trata del personal de salud, los comunicadores, los funcionarios de seguridad y los comerciantes.
Diariamente son muchas las personas que se arriesgan frente a la pandemia del COVID-19 para prestar un servicio esencial a la población, aunque sean desconocidos para la mayoría, son quienes lidian a diario con sus propios temores para salir a trabajar porque su área es prioridad en medio de la crisis.
Médicos:
Entre los médicos que diariamente laboran a pesar de la cuarentena decretada por el gobierno nacional está la médico general Joselyn Revanales, de 28 años, quien actualmente se desempeña como jefa de guardia en Salud Chacao.
Usa lentes, mascarillas y bastas para protegerse porque debe atender a pacientes altamente sospechosos de portar el virus del COVID-19, sale desde Valles del Tuy; toma taxi, ferrocarril y autobús para llegar a su trabajo. A pesar de tener dos hijos se arriesga a salir para cumplir con su labor, pero no niega sentir un poco de temor.
Enfermeros:
Uno de los enfermeros que sale diariamente a trabajar durante la cuarentena es Gregory Luna, de 25 años, quien vive en Caricuao y recibe apoyo de su padre para dirigirse a su trabajo.
Reconoce sentir miedo a la hora de salir a cumplir con sus funciones: “El miedo está pero tenemos que trabajar, si no, no se sale adelante”.
Personal obrero:
Entre quienes todos los días enfrentan el miedo a salir durante el paso de la pandemia por el país, está quienes laboran como obreros en los distintos centros de salud del país, como lo hace Aída Rodríguez, de 48 años.
Asegura que su rutina de trabajo ha cambiado durante las últimas semanas, deben ser más cuidadosos y todo en medio de un ambiente donde predomina el nerviosismo, aunque confía en que nada malo le sucederá: “Pero uno anda con Dios”.
Rescatistas:
Entre los rescatistas que siguen ejerciendo sus labores está David Mujica, técnico en emergencias hospitalarias de 38 años, quien a pesar del confinamiento se ha encontrado con algunos accidentes los que atiende de la forma habitual, pero tomando nuevas medidas para protegerse.
Usa guantes, mascarillas, evita tocarse el rostro y aunque tiene miedo de contagiarse con el nuevo coronavirus, considera que es un riesgo al que es necesario enfrentarse.
Mercados:
El sector comercial tampoco puede paralizarse, entre quienes trabajan en el área está María de Los Ángeles, cajera de una tienda de alimentos de 35 años, quien ha dejado de atender a sus clientes de la forma habitual y ahora usa guantes, mascarillas, guarda distancia de las personas y desinfecta su espacio de trabajo con mayor frecuencia.
No deja de lado el miedo al contagio, pero asegura que debe salir a trabajar por su familia: “Mientras hay niños, hay que trabajar”.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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