La delincuencia parece haberse instalado en el campo, donde mantiene en jaque a los productores y ganaderos con el robo de reses, sumado a las ya conocidas «vacunas» hacia los empresarios rurales.
Ganaderos de Machiques (Gadema) tiene reclamos de cerca de más tres mil reses robadas en las fincas de Machiques de Perijá desde el año pasado. En mayo y junio de 2016 aumenta 25 por ciento por los daños a las unidades productivas: El Porvenir, Arenales, Bella Vista, El Paraíso, San Benito y San Andrés.
Jorge Núñez, presidente del gremio, resaltó que los predios pierden producción por el robo de vacas, novillos y mautes destinados para la producción de leche y carne. Recordó que el impacto significa baja de ordeño y el consumo de alimentos, reseñó La Verdad.
En la finca San Andrés, de Carlos Márquez, se perdieron cerca de 112 vacas escoteras, en El Paraíso alrededor de 120 animales. El Porvenir, Arenales y Bella Vista rondan las 350 reses hurtadas por un grupo de indígenas que ingresó a las tierras que limitan con la demarcación.
Humberto Vargas, expresidente de Gadema, señaló que los hechos se extienden ahora a fincas del margue contrario a la delimitación de tierras de yucpas. En territorios planos se teme incursión de ladrones de ganado que hacen negocio, a través de contrabando, hacia Colombia con reses en producción.
Acusó que en los últimos casos son vacas cotizadas por encima de 500 mil bolívares. “Son paridas que están en producción”, lamentó. Estimó que 80 por ciento de las cabezas que desaparecen de los potreros son hembras, acentuando las dificultades del sector productor.