Los relatos sobre las experiencias de los venezolanos en el exterior son cada vez más conocidas, los oficios a los que tienen que dedicarse para ganarse la vida, el esfuerzo y la adaptación a culturas distintas son solo algunas de las anécdotas.
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Composición Maduradas. Fotos Runrunes (arriba) / Lacapitalmdp (abajo).
Sin embargo, otras suelen ser un poco más vergonzosas, no para quien la vive, sino más bien para el país por las costumbres que está dejando el paso de la conocida “revolución”. A través de Twitter, una conversación entre varios usuarios dejó claro que la experiencia se repite, especialmente cuando la espontaneidad y la inocencia de los niños se hace presente.
Se trata de la llegada de los venezolanos a los comercios o supermercados en el exterior; algunos lloran, otros sueñan despiertos con volver a su país y encontrar los anaqueles así de surtidos, pero los más pequeños desean tomar todo lo que en Venezuela está escaso, correr a la caja y pagar “antes de que se forme la cola”.
Así lo explicó una madre venezolana que debió mudarse a Montevideo, Uruguay quien relató la experiencia de su pequeño de 6 años, quien jamás había visto un supermercado abastecido pues cuando nació ya el poder estaba en manos rojas.
cuando entré a un supermercado en Montevideo con mi hijo por primera vez, él (de 6 años para entonces) me dijo "apurate mami, agarra harina, leche y mantequilla y todo para mis panquecas, antes de que se forme la cola (fila)"
— maria eugenia (@marusi84) January 24, 2018
Redacción Maduradas.
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