La crisis política venezolana ha arrastrado al pueblo a la hambruna, a la violencia, a la indiferencia, al irrespeto, a las amenazas, al castigo, a la delincuencia organizada, a las violaciones de normas, a la huida, incluso, a la muerte.
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Lo que tomó poder en Venezuela no es una simple y común crisis (que ya es bastante grave). Lo que se apoderó de su gente fue una crisis integral (con alcance humanitario), que lejos de ser coyuntural es permanente, progresiva y promete profundizarse con el pasar de los días, si no se toman los correctivos a tiempo.
Un triste y lamentable escenario que llevó a sus ciudadanos a un huracán de problemas y desdichas traducidas en siete plagas. Una nación entera intoxicada de manera inteligente por “la cúpula roja hamponil”, que durante estos largos 18 años solo se ha dedicado a alimentar a sus bolsillos, intereses personales y negocios corruptos a costa de los más “tontos”.
Este año la situación se puso color de hormiga para una gran mayoría, a muchos se les vio comer de la basura (y no eran indigentes); personas afectas a la oposición (y al chavismo) bajaron de peso de manera drástica y preocupante, por falta de alimentos; y así una lista interminable de males.
El chavismo ha pagado muy mal al venezolano, y a modo de resumen, figuran lo que denominados “las 7 plagas” socialistas de este año.
Hiperinflación
Desde el mes de octubre Venezuela pisó el escalón de la hiperinflación, un fenómeno que, a pesar de no darse en países petroleros, visitó a este país caribeño gracias a la avaricia de un gobierno rojo-rojito que encontró la fórmula para destruir el modelo económico, con la promesa de llegar a la pobreza extrema.
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Congelar precios nunca fue una opción para el Ejecutivo, así lo reiteran varios expertos de la materia, quienes afirman que con esta medida han tenido a sus aliados y enemigos padeciendo y sobreviviendo el día a día con precios inalcanzables. Toca arroparse hasta donde alcance la cobija.
Escasez de alimentos y medicinas
Anaqueles vacíos, viacrucis para comprar comida en los comercios y recorrer farmacias se ha convertido en el pan de cada día. Este 2017 el desabastecimiento de alimentos, medicamentos e insumos médicos es brutal, hasta lo más sencillo cuesta dinero y con suerte se consigue.
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Por esta razón, predominaron los saqueos en Caracas y el interior del país, se registraron cantidades de protestas, e incrementó la cifra de personas que caminaron la frontera con Colombia para comprar comida y también ser atendidos en el sector salud.
Enfermedades
Este año el repunte de enfermedades desnudó el debilitado sistema sanitario y la incompetente respuesta del Estado. Especialistas aseguran que la fuerte presencia de difteria, malaria, sarampión, enfermedades diarreicas e intestinales se debe, entre otras cosas, a la poca vigilancia y a la falta de medidas preventivas.
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Al respecto, la red de epidemiología sostiene que la malaria está totalmente «descontrolada» desde hace cuatro o cinco años, y aunque Nicolás Maduro pudo haber resuelto esta problemática a tiempo, cada día confirma que no son sus intenciones atender las necesidades que le competen como jefe de Estado. Está muy ocupado buscando culpables cuando solo debe mirarse al espejo para saberlo.
Desnutrición
Bebés, niños, niñas, adolescentes, adultos, y adultos mayores han sido alcanzados por la desnutrición. El investigador y académico Luis Pedro España aseveró que Venezuela supera a todos los países de América Latina en desnutrición crónica, afirmación que concuerda con la versión de Susana Raffalli, nutricionista y colaboradora de Cáritas Venezuela, que hace poco reveló que los niños se están muriendo de hambre. La comida está muy cara y los medicamentos para atenderlos no se consiguen. En pocas palabras, la cúpula madurista tiene al sector salud en jaque.
Foto: @LDanieri
Sector transporte
A mediados de año la situación se puso difícil con el transporte urbano. Se reportó paro indefinido en algunas regiones del país por el costo del pasaje, en otros estados los conductores trabajaron con cierta “normalidad” pero cobrando a un precio no oficial, y finalmente, en el último trimestre, por la falta de combustible, empeoró el panorama. En la calle se veían muy pocas unidades para transportar a los usuarios.
Foto: @RCTVenlinea
Esto sin contar que por la escasez de repuestos, muchos transportistas se tomaron el caso a la ligera y dejaron de laborar en sus horarios habituales para no forzar su herramienta de trabajo, dejando a la deriva a miles de pasajeros que se vieron en la obligación de considerar otras alternativas.
Asamblea Nacional Constituyente
Más que una plaga, la Constituyente Presidencial es otro “cáncer de la revolución” encargado de redactar una nueva Carta Magna para intentar controlar a los venezolanos como títeres y a base de leyes, evitar que el chavismo sea desterrado.
Su historia no es muy larga pero en el poco tiempo que lleva en funciones, ha desatado más control, presos políticos y normativas que solo benefician al grupito de los enchufados y patriotas cooperantes.
Foto: AVN
Carnet de la Patria
Un desdichado mecanismo de control con que el Ejecutivo pretende imponer y mover sus piezas a su antojo. “Hay que usarlo para todo”, repite en cada una de sus alocuciones el mandatario nacional.
Con esta herramienta se llevará un monitoreo de los movimientos de cada persona que aún resida en Venezuela. Fuertes rumores apuntan que en poco tiempo tendrá la misma importancia de la cédula y será un documento esencial hasta para salir del país. Por lo pronto, se usa para votar y adquirir medicinas.
Créditos: @CristhopherB
Redacción Maduradas