Un hermano y una amiga de la jugadora Jenni Hermoso ratificaron su versión sobre la falta de consentimiento del beso en la boca que le dio el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales en la final del Mundial, señalando las presiones que se produjeron para que lo justificara.
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, que investiga al expresidente de la RFEF por los delitos de agresión sexual y coacciones, comenzó la ronda de interrogatorios a peritos y testigos con las declaraciones de un hermano y una amiga de Hermoso y dos peritos.
Se conoció que la defensa no ha podido obtener imágenes del momento, dónde la jugadora aparezca de frenta y puedan demostrar qué dijo antes del polémico beso, para comprobar si hubo consentimiento para tal acción, algo que ella niega.
Las imágenes analizadas solo permitieron determinar el momento en el que Rubiales le preguntó si podía besarla, pero no la respuesta de la jugadora.
Sobre aquel momento, Rubiales declaró: «Me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti, me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? Ella dijo, vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo».
El hermano y la amiga de Hermoso apoyaron la denuncia hecha por ella contra Rubiales dónde aseguró que el beso no fue consentido y que tanto ella como su entorno recibieron presiones por parte del círculo más próximo al expresidente de la RFEF para que justificara públicamente lo ocurrido.
Estás declaraciones motivaron a la Fiscalía a presentar una querella contra Rubiales, abriendo una investigación en la Audiencia Nacional porque los hechos ocurrieron en el extranjeros.
Redacción Maduradas con información de Monitoreamos.
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