Solo en Venezuela. Clínicas del país se plantean cierre por aguda crisis en los servicios públicos, la falta de agua y los cortes de luz obligatorios complican la situación de los centros de salud que se verían en la necesidad de cerrar sus puertas, dejando a miles de venezolanos a expensas del servicio de salud público, que sortea las mismas penurias además de la falta de insumos y terribles condiciones de salubridad.
“Tenemos que comprar camiones cisternas diariamente y a la semana tenemos que pagar 90 mil bolívares. Eso no se puede transferir a las facturas de los pacientes, ¿cómo hacemos para subsanar ese gasto?”, se preguntó una vocera de un instituto de salud del estado Aragua, al señalar que tratan de evitar al máximo desmejorar la condiciones de higiene del centro hospitalario.
Créditos: EFE / MIGUEL GUTIÉRREZ.
Destacó que requieren diariamente seis cisternas de 10.000 litros y “muchas veces no nos alcanza o no llegan los camiones, por los mismos problemas de los cisterneros. Además, hemos sido víctimas de robos de bombillos, grifería, daño de los baños, actos de vandalismos, la situación es grave”.
A las deficiencias en el servicio de agua, añadió las consecuencias del racionamiento eléctrico que, sostuvo, también generan problemas a la hora de trabajar. “No podemos trabajar sin luz, si llega algún paciente con infarto, no lo podemos socorrer”.
La clínica La Fontana en el estado Aragua cuenta con 150 trabajadores en nómina fija y posee 80 consultorios, donde trabajan alrededor de 320 personas más, entre médicos y secretarias. La sala de emergencias atiende al menos a 800 pacientes mensualmente.
“Los médicos son independientes y pueden ver si pasan consulta sin agua y sin luz, yo no puedo atender a pacientes en emergencia sin la higiene y los equipos adecuados. De seguir agravándose la crisis de agua y suministro eléctrico, tendremos que ir cerrando servicios”, puntualizó la gerente de operaciones del instituto clínico.
Con información de El Pitazo