Recientemente, una mujer, identificada como Morella, huyó de su cautiverio de 32 años a manos de Mathías Enrique Salazar Moure. El hombre la habría raptado cuando la mujer tenía 17 años de edad y él 23. Ambos eran, por entonces, novios y supuestamente la familia de Morella no lo aceptaba porque Mathías tenía tendencias violentas.
Crónica Uno
Bajo la excusa de huir de su familia para “luchar por su amor”, el hombre logró moverla de hoteles y viviendas durante 32 años. Su última morada fue en un apartamento del piso 4, torre C, en el Conjunto Residencial Los Mangos de la avenida Constitución de Maracay (Aragua).
En ese apartamento, Morella estuvo sometida a la completa oscuridad, solo acompañada por la radio y la televisión, y por los abusos sexuales, palizas y maltratos psicológicos de quien es conocido por su comunidad como “el gordo” Mathías.
De acuerdo con lo reseñado por Crónica Uno, cuando los vecinos escuchaban ruidos en el apartamento, al que él solo concurría para abusar de Morella, el hombre indicaba que era la señora de la limpieza. Cuando alguien lograba que acudieran las autoridades al lugar, la misma Morella, presa del pánico, desmentía que estuviera secuestrada.
«La golpeaba mucho, la amenazaba y la traumatizó tanto que ella tenía miedo de levantarse (…). Ella ya tenía miedo de hacer cualquier cosa y que él la matara«, comentó un sobrino de la víctima, a quien Crónica Uno cambió el nombre en su nota para proteger su identidad.
En dos oportunidades, el captor dejó una llaves falsas en el apartamento y, cuando Morella intentó abrir, la puerta, se dio cuenta de esto. Mathias la descubrió y le propinó fuertes palizas. Sin embargo, el 24 de enero de 2020, Morella, de 49 años, volvió a ver una llaves mientras Mathias no estaba, y esta vez sí abrieron la puerta. Entonces, escapó.
Detención
Morella salió con un destino claro, aunque desconocía la ruta: se dirigía al Instituto de la Mujer. Había escuchado de este en la radio. Allí relató la historia a Rosa Perdomo, coordinador de la institución, quien le creyó y la ayudó a ubicar la vivienda de su madre, quien había muerto ocho años atrás.
Allí la mujer se encontró con familiares y comenzó a contar el terror de su cautiverio. Aseguró que había otras mujeres raptadas por “el gordo” Mathías, una de las cuales era su propia esposa.
El secuestrador se dirigió a la Fiscalía a denunciar que, supuestamente, habían secuestrado a su “esposa”, refiriéndose a Morella. Cuando la vio en el lugar, la amenazó: “Cuidado con lo que dices”. Con eso bastó para que Morella comenzara a gritar y al hombre se le dictara una medida de privativa de libertad.
Hasta ahora, se le imputan los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual, inducción al suicidio y violencia psicológica.
De regreso a la vida
Familiares de la víctima han permitido que Morella sea asistida por un equipo multidisciplinario de especialistas. Presenta un severo cuadro de desnutrición.
Apenas se reencontró con sus familiares, pidió ver la película de Disney Pocahontas, estrenada en 1995, y sus seres queridos la complacieron.
“Nos pide permiso para todo, para sentarse, para asomarse a la ventana. No puede dormir bien, aunque poco a poco ha ido logrando hacerlo mejor. Mi tía quiere rehacer su vida, poco a poco vamos a ayudarla”, manifestaron.
Redacción Maduradas con información de Crónica Uno
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