El pasado mes de diciembre, un caso estremeció a los venezolanos. Una joven venezolana de 21 años llamada Ingrid Gomes fue víctima de un desproporcionado ataque de parte de su expareja, José Luis Da Silva.
Captura de pantalla – Cortesía
Su victimario la secuestró, le dio una sustancia para que se durmiera, la llevó hacia la vía de El Junquito e intentó asesinarla en varias ocasiones.
En este video, la joven cuenta detalles de la agónica hora que sufrió en manos de quien fuera su novio.
A continuación, el testimonio completo en primera persona:
“Él es mi exnovio desde hace dos meses. Y eventualmente, él me escribía que quería hablar conmigo. Habíamos quedado en plan de amigos, porque ya era una relación estable. Él me ofreció llevarme a Farmatodo porque yo necesitaba ir urgentemente y porque ya habíamos quedado como una amistad. Por eso accedí. Cuando íbamos camino a Farmatodo él me dijo: ‘Tú no te ibas a ir para tu casa, te vas a quedar conmigo”.
La joven sospechaba que el sujeto estaba bajo efecto de sustancias estupefacientes por la forma en la que actuaba.
“‘Te tienes que quedar conmigo’, me decía y tuvimos una leve discusión porque quería hacerlo a la fuerza. Me dijo que me iba a comprar un agua, porque me notaba muy acelerada, la destapa y me la entrega (…) Yo me la tomé y no me percaté de que le hubiese puesto algo, enseguida me dormí. Cuando me despierto, no siento mi mano, ni mis pies, y comienzo a ver todo borroso. Cuando comienzo a sentir eso le pregunto que qué me hizo y comienzo a morder mi lengua para despertar mi cerebro, me dolía mucho la cabeza. Él me dijo: ‘Hice todo lo que tenía que hacer para que estuvieras conmigo’. Cuando logro reaccionar después de morderme tanto la lengua, veo que estamos subiendo por la nueva carretera de El Junquito. Yo le comienzo a preguntar que por qué me llevó allá y allí comenzó a agredirme: Me daba cachetadas, me ahorca, me maltrata, me dice groserías. En ese momento, me entró una llamada de mi mamá, porque ya había pasado una hora y tenía que volver a casa. Él lanza la camioneta a un lado y le queda una rueda al vacío, allí me gritó: ‘Si le contestas a tu mamá, nos matamos’.
En ese momento, le pedía que se calmara, que fuéramos a su casa, que no se preocupara, que todo iba a estar bien, yo lo que quería era salir de la carretera nueva, porque es curva y no hay viviendas. Tenía miedo de que me fuera a hacer algo ahí y nadie supiera de mi existencia. Cuando logramos salir de allí, gracias a Dios, esperaba llegar a la alcabala antes del pueblo. Cuando llego, es el suceso más horrible que me ha pasado. Allí dije que tenía que hacer algo. Automáticamente, veo a los guardias, la alcabala estaba presente. Primero pido auxilio y, como no veo que estén muy pendientes, me lanzo del vehículo. Cuando me lanzo, él con una mano tiene el volante y con la otra me agarra el cabello y acelera. Allí voy rodando por todo el asfalto y pierdo el conocimiento. Allí no recuerdo qué pasó”.
La joven sigue contando que, posterior al incidente, el sujeto sacó una botella que tenía en el carro, la picó y comienza a agredirla por el cuerpo, el cuello.
“En el hospital me dijeron que si los guardias no llegan en ese momento, pasaba a mayores. Fue algo que no creía, no pensaba que podía pasar esto, me dolió mucho. Doy gracias a Dios porque se hizo justicia, estoy viva y Dios me dio una oportunidad de vida, eso me da mucha alegría”.
El hombre que casi la asesina fue imputado por homicidio en grado de frustración.
Redacción Maduradas
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