Una investigación realizada por la Associated Press reveló que alrededor de 1.700 sacerdotes y otros miembros de la iglesia Católica Romana acusados de abuso sexual infantil trabajan como maestros en Estados Unidos.
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Asimismo, indicó que estos curas, diáconos, monjes y laicos enseñan matemáticas bajo poca o ninguna supervisión de autoridades religiosas o de seguridad.
Además, destacó que viven cerca de parques infantiles y guarderías e incluso acogen y cuidan a niños.
Igualmente, informó que al menos 160 de estos practicantes religiosos continúan trabajando como voluntarios en las iglesias u ocupan puestos de responsabilidad con acceso a niños.
Ante esto, los defensores y representantes de las víctimas han exigido al clero que exista más supervisión ante estos casos. La respuesta ha sido que esto “va más allá” de lo que pueden hacer legalmente.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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