El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, se mostró confiado este domingo en que saldrá “victorioso” en las elecciones frente al izquierdista Lula da Silva, al votar en Rio de Janeiro.
“Si Dios quiere, saldremos victoriosos esta tarde. Mejor dicho: Brasil saldrá victorioso”, dijo el mandatario a periodistas tras votar con una camiseta amarilla en el barrio Vila Militar, zona oeste de Rio. “La expectativa es de victoria”, añadió.
Bolsonaro votó en una escuela de Río de Janeiro y dijo que esperaba vencer a su rival Luiz Inácio Lula da Silva «si Dios quiere» y «por el bien de Brasil».
Tenemos «expectativas de victoria para el bien de Brasil. Solo hemos tenido buenas noticias en los últimos días», dijo Bolsonaro a periodistas luego de votar.
El mandatario de ultraderecha, de 67 años, llegó a la escuela en el barrio Villa Militar, en el oeste de Río de Janeiro, minutos antes de la apertura de las mesas, escoltado por una caravana de autos negros y vestido con la camiseta del seleccionado de fútbol de Brasil.
Seguido por un enjambre de periodistas, Bolsonaro se acercó a saludar a sus seguidores al bajar de su auto, y luego debió esperar a que fueran las 8, la hora de la apertura de las mesas, para que lo dejaran ingresar a la escuela.
Bolsonaro insistió en la noche del sábado con que debería ganar este domingo «con mínimo» 55% de los votos, contrariando todos los sondeos, en declaraciones a la prensa en las inmediaciones del hotel de tránsito en que se hospeda en la ciudad carioca.
La última encuesta de la consultora Datafolha, del jueves pasado, dio a Lula, que ya fue dos veces presidente de Brasil entre 2003 y 2010, un 52% de intención de voto, contra un 48% a su favor.
En la primera vuelta del 2 de octubre pasado, Lula salió primero con el 48% de los votos y Bolsonaro lo siguió con el 43%, más que lo que habían anticipado las encuestas, que hasta habían pronosticado una victoria del exmandatario en primera vuelta.
Bolsonaro votó más temprano que en la primera vuelta porque tenía previsto dirigirse hacia el aeropuerto Galeao para recibir al equipo de fútbol del club Flamengo, que ayer ganó la Copa Libertadores de América en Ecuador.
Información de AFP