El pasado 21 de diciembre los trabajadores de la Cancillería fueron convocados a una venta de perniles y combos navideños para hacer las hallacas.
La venta se hizo en una localidad de Tazón, por lo que muchos de los trabajadores debieron alquilar autobuses para llegar.
Al momento de llegar, los empleados debieron hacer una larga cola, donde repartieron 600 números por pareja.
La medida de comprar entre dos se debió a que los trabajadores debían compartir los perniles y el combo con otro compañero, exigencia que no había sido notificada.
Una fuente de la Cancillería dijo que algunas personas por necesidad pagaron el combo, otras protestaron y otros disgustados se fueron sin comprar nada.
Redacción Maduradas con información de La Patilla