La próxima ronda de negociación entre el régimen venezolano y la oposición reiniciará a mediados de octubre en México, anunció Noruega, lo que sería la cuarta ronda en la búsqueda de una salida a la crisis económica y política que enfrenta el país sudamericano.
El complejo diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición se realiza en la capital de México desde agosto bajo la facilitación de Noruega, en una negociación que incluye pedidos como el levantamiento de sanciones y el ingreso de ayuda humanitaria, pero hasta ahora sin resultados concretos.
“Noruega confirma que la próxima ronda del diálogo y negociación de Venezuela tendrá lugar en la Ciudad de México del 17 al 20 de octubre”, dijo la embajada de Noruega en México en su cuenta de Twitter.
En las conversaciones, el oficialismo exige además la “devolución” de activos venezolanos en el exterior y que están bajo control de la oposición. La delegación opositora también plantea la excarcelación de quienes considera “presos políticos”.
En la accidentada última ronda, del 3 al 6 de septiembre, representantes del régimen y de la oposición anunciaron que alcanzaron dos acuerdos parciales en relación a la protección social del pueblo venezolano y otro en relación a la ratificación y defensa de la soberanía sobre la Guayana Esequiba, un añeja disputa territorial.
El régimen también propuso la incorporación del enviado especial Alex Saab, detenido en Cabo Verde acusado de ser el testaferro de Maduro, un pedido que la oposición dice busca “distraer” de la agenda central del proceso en México.
Gerardo Blyde, el líder de la delegación opositora llamada Plataforma Unitaria, ha reiterado que el proceso de diálogo será complejo y que en algunas ocasiones habrá acuerdos tempranos y en otras no.
El tema a discutir en la próxima ronda es sobre el sistema de justicia y la institucionalidad venezolana.
Grietas entre el chavismo y la UE por la misión electoral
El régimen venezolano rechazó este viernes las declaraciones del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien consideró que lo que “legitimará o deslegitimará” al Ejecutivo de Maduro será el informe de la misión que enviará el bloque a las elecciones del 21 de noviembre.
“Venezuela rechaza de manera categórica las declaraciones (en las que señala que la Misión de Observación Electoral (MOE) de la UE desplegada en Venezuela para el venidero proceso electoral tiene como objetivo acompañar a la oposición que hará parte en las elecciones y que lo que ‘legitimará o deslegitimará’ el proceso electoral será el informe”, reza un comunicado.
Borrell defendió durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, que la misión “acompañará” a la oposición, porque “es una mayor garantía para ellos” que los observadores de la UE estén “presentes auditando el sistema”.
“Si la oposición decide ir y eso es un camino que permite abrir una brecha y conseguir una mayor institucionalización de la oposición, ¿voy yo a decir que no mando una misión de observación electoral porque las elecciones son fraudulentas?”, argumentó el también vicepresidente de la Comisión Europea.
“Pues vaya un ánimo que les doy para que se presenten si ya digo que son fraudulentas”, agregó acerca de una oposición que, mayoritariamente, participará en los comicios por primera vez desde 2017.
Además, explicó que, a su juicio, lo que “legitimará o deslegitimará” al régimen de Maduro será lo que diga el informe elaborado por la misión, la primera que manda la UE al país suramericano desde hace 15 años.
Al respecto, el régimen venezolano consideró que esa declaración “revela la pretensión injerencista de utilizar la misión en beneficio de una parcialidad política” y “en detrimento de lo establecido en el acuerdo suscrito” entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la delegación de la UE en el país.
“La UE parece no entender bien su papel en el marco del proceso político venezolano, perdiendo la oportunidad de situarse como un actor respetable, imparcial e independiente para posicionase como una pieza política subordinada a la política exteriores estadounidense y de algunos sectores de la extrema derecha, que pretenden socavar el proceso electoral y democrático venezolano”, agregaron.
En este sentido, hacen hincapié en que “Venezuela no aceptará injerencismo alguno” y que una MOE “con las características descritas por el señor Borrell no será aceptada”.
“La legalidad y la legitimidad del proceso electoral venezolano no depende, ni dependerá, de ningún actor extranjero, sino estrictamente de la soberanía popular”, apostillaron.
Finalmente, exigieron a los representantes de la UE “abstenerse de manipular políticamente” a la MOE y, a esta, “mantener una estricta conducta de imparcialidad, objetividad e independencia y no injerencia en el proceso electoral”.
(Con información de EFE y Reuters)
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