Países de América Latina pidieron este martes 25 de septiembre a la comunidad internacional contribuir económicamente para poder seguir respondiendo al éxodo de venezolanos que desborda sus estructuras nacionales.
Colombia, Ecuador y Perú, los principales receptores de refugiados de la crisis de Venezuela, protagonizaron un acto paralelo a la 74 Asamblea General de Naciones Unidas en el que se abordó la crisis humanitaria en la nación y sus perspectivas futuras.
Altos representantes de esas tres naciones recordaron que pese al intenso esfuerzo que realizan para absorber el incesante flujo de refugiados de Venezuela, sus sistemas internos están saturados, desde la atención sanitaria a la educación o la dotación de viviendas.
“Necesitamos de una acción contundente (…) Se necesita que la comunidad internacional apoye con recursos no a nuestros Estados, sino a las personas que están sufriendo los estragos de la dictadura”, señaló en el acto el presidente de Colombia, Iván Duque.
Duque pidió pasar a la acción decidida y a las soluciones concretas para enfrentar una situación que ha generado la peor crisis migratoria que haya visto América Latina en su historia reciente, una crisis humanitaria de proporciones dantescas.
Mientras, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, resaltó la urgencia de avanzar en la construcción de esquemas financieros que faciliten a los países receptores contar con recursos adicionales que les permitan hacerle frente a la migración que les llega.
Según Trujillo, a finales del próximo año podría haber cerca de ocho millones de migrantes venezolanos. Señaló que sería un escenario catastrófico que Colombia llegue a los tres millones de refugiados en su territorio, algo que no es ciencia ficción.
Frente a esta situación, el mundo no está respondiendo con suficiente agilidad y las ayudas denotan una lentitud agobiante frente a la urgencia, (porque) las necesidades no esperan los trámites burocráticos.
“La crisis crece y las demandas aumentan”, insistió.
En términos similares se pronunciaron los ministros de Exteriores de Perú, Néstor Popolizio, y Ecuador, José Valencia.
“El flujo súbito de venezolanos se ha convertido en un reto para la infraestructura y el financiamiento de las instituciones nacionales”, afirmó Valencia.
El funcionario ecuatoriano pidió articular propuestas efectivas e innovadoras para obtener y canalizar recursos y apoyo técnico y financiero.
El impacto de esta crisis “probablemente durará varios años más”, agregó el canciller ecuatoriano. También solicitó con urgencia “redoblar los esfuerzos de la cooperación internacional para afrontar los efectos que se deriven de esta”.
También estuvo presente en el foro la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. La alta representante europea admitió que la migración venezolana es una de las crisis humanitarias globales más infrafinanciadas. Recalcó la urgencia de encararla colectivamente y llamó a incrementar la cooperación internacional en términos técnicos y económicos.
Redacción Maduradas con información de EFE
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