Para mantener la higiene en la rutina diaria es imprescindible un frecuente lavado de manos. Sin embargo, es una tarea que va más allá de un sencillo enjuague con agua, pues debe realizarse minuciosamente para garantizar que queden libre de gérmenes y bacterias.
Una forma correcta de hacerlo es enjabonarlas, fregarlas, y recorrer con el jabón cada dedo y el espacio entre ellos, así como también los reversos de las manos e incluso las muñecas. Para ello, se deben dedicar entre 30 y 60 segundos en el proceso.
Por último, es recomendable que en caso de que la llave del lavamanos no se cierre automáticamente, hacerlo con una toalla o el codo, pues al hacerlo con las manos limpias podrían volver a ensuciarse.
El paso a paso para hacer un correcto lavado de manos es:
1. Mojarse las manos con agua corriente (fría o tibia).
2. Crear un cuenco con la mano y aplicar suficiente jabón para cubrir la superficie de las manos. Enjabonar bien y frotar las palmas de las manos entre sí. Como mínimo hacer esto durante 20 segundos. Un truco para usar con los más pequeños es invitarlos a cantar dos veces feliz cumpleaños mientras se enjabonan.
3. Frotar la palma de tu mano derecha contra el dorso de la izquierda, entrelazando los dedos y viceversa.
4. Enjuagar las palmas de tus manos entre sí con los dedos entrelazados.
5. Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la otra, manteniéndolos unidos.
6. Rodear el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, luego frotarlo con un movimiento de rotación. Hacer lo mismo con la otra mano.
7. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa.
8. Enjuagar las manos.
9. Utilizar una toalla o papel para cerrar el grifo en caso de que no se cierre automáticamente. En algunos casos vale utilizar el codo. Esto es importante porque en caso de tocar el grifo, las manos pueden volver a contaminarse.
10. Secar las manos con una toalla limpia.
Redacción Maduradas con información de El Nacional