El investigador Ely Karmon reveló detalles del misterioso apoyo del régimen de Maduro al grupo terrorista Hezbolá en su más reciente publicación en el diario argentino Infobae.
Karmon aseguró que el presidente fallecido Hugo Chávez fue el apologista más abierto de Hezbolá en el hemisferio, pues durante la Operación Plomo Fundido de Israel en 2009 en la Franja de Gaza, el mandatario venezolano para el momento, aceptó la posición de Irán y cumplió con la demanda de cortar las relaciones diplomáticas con Israel.
Afirmó que las actividades terroristas y subversivas de Hezbolá, y en parte de Irán, se basan en las comunidades chiítas libanesas dispersas por todo el mundo. En el caso de Venezuela, se concentran en la isla Margarita.
Algunos de sus miembros, vinculados a Hezbolá por lazos sociales o familiares, se dedican al comercio ilegal, contrabando de mercancías, narcóticos y armas y logran sobrevivir debido a la falta de control serio y de la corrupción de las autoridades locales.
«Los miembros de Hezbolá, centrados en la gran comunidad de expatriados libaneses en la isla de Margarita, ayudaron a varios miembros de la célula de la organización en Charlotte, Carolina del Norte, a infiltrarse en los Estados Unidos a través de Venezuela en 1992«, agregó el investigador.
Además, señaló que en el área de libre comercio de Maicao, Colombia, en la frontera con Venezuela, se cree que Hezbolá participaba en el contrabando de cigarrillos y operaba una estación de radio clandestina que transmitía la propaganda del grupo.
Papel de Tareck el Aissami
Pero lo que caracterizó al caso venezolano, según Karmon, después del año 2005 es la relación de patronaje entre los exponentes del régimen y varios funcionarios de alto nivel y representantes de la organización, con Irán funcionando como intermediario.
En este caso, mencionó a Tareck el Aissami involucrado en un esquema de pasaportes para terroristas, incluso a Hezbolá.
«A los 29 años de edad, El Aissami se convirtió en el director de la agencia venezolana a cargo de los servicios de pasaportes y naturalización. Utilizó este cargo para emitir pasaportes falsos, documentos personales y cédulas de identidad a agentes árabes e iraníes, quienes así entraron y viajaron por la región como ciudadanos venezolanos», dijo.
Posteriormente, El Aissami se convirtió en viceministro de Interior y Seguridad Pública, fue elegido miembro del Parlamento y poco después ascendió al rango de Ministro de Justicia e Interior, por lo que, según señaló el investigador, facilitó la penetración iraní en América Latina.
Redacción Madurada con información de Infobae
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