El régimen de China, encabezado por Xi Jinping, no controla miles de mercados de animales a lo largo de toda la nación asiática. En Wuhan nació el coronavirus (Covid-19), pero la situación se repite en todas las provincias, situación que amenaza con la aparición de nuevos virus que atenten contra la humanidad.

AFP
Giulia Marchi, periodista del diario The New York Times, lo advirtió el pasado 27 de enero cuando la epidemia avanzaba por China y todavía no preocupaba al mundo, reseñó el portal web argentino Infobae.
“El mercado típico de China tiene frutas y verduras, cortes de res, cerdo y cordero, pollos enteros desplumados (con las cabezas y picos), así como cangrejos y peces vivos, que arrojan agua de las peceras motorizadas. Algunos mercados venden cosas más inusuales, como serpientes vivas, tortugas y cigarras, cuyos, ratas de bambú, tejones, erizos, nutrias, civetas de las palmeras e incluso lobeznos”, describió el comunicador social en aquella oportunidad, recalcando lo peligroso que esto representa.
“Los mercados son característicos de varias ciudades chinas, uy ahora, al menos por segunda vez en dos décadas, han sido la fuente de una epidemia que ha diseminado el miedo, agobiado a la burocracia del Partido Comunista y expuesto los riesgos epidemiológicos que pueden surgir en lugares donde convergen los humanos y la fauna silvestre”, agregó en alusión al Sars, otro virus que se propagó en Asia hace 18 años.
Se cree que los murciélagos han engendrado el Sars (siglas en inglés del Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que entre 2002 y 2003 mató a cientos de personas en Asia, principalmente en China.
Según los primeros análisis, este coronavirus también pudo haberse originado en murciélagos o serpientes, según un análisis genético del patógeno que hasta ahora ha provocado la muerte de 17 personas.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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