La incapacidad para dar soluciones reales a la crisis económica que atraviesa el país es el principal factor que pondría en entredicho la aceptación popular del gobierno de Nicolás Maduro. Así lo considera el economista y director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León. “Pueden aplacar una protesta con intereses políticos, pero no las más peligrosas: las protestas espontáneas de la gente por falta de ‘todo’ “, advirtió León este martes por medio de su cuenta en la red social Twitter.
De allí, según el especialista, parte el interés del Gobierno en mostrar avances en el diálogo con los sectores económicos del país, a diferencia de la disposición demostrada en el plano político.
“A dos meses, no podemos hablar de diálogo en singular. Debemos separar lo que ocurre en el político (nada) y en el económico (poco). Es evidente que el gobierno tiene más interés en lograr algún avance en el diálogo económico que ceder un ápice en el plano político”, aseguró.
Criticó que el Gobierno “crea que puede atender puntualmente las crisis individuales que ocasiona su modelo de control general” y explicó que “atacar consecuencias y no causas es una estrategia ineficiente y cara, que tarde o temprano colapsa“.
“El tema central que el Gobierno debe atender es cambiario. Sin una devaluación seria con unificación cambiaria no hay forma de avanzar. Si bien la devaluación abierta es una condición indispensable, no es una condición necesaria. Requerirá acciones de ajuste mayor”, alertó.
A juicio de el economista la incapacidad para resolver los problemas económicos del país expone al Ejecutivo a una magnificación de las protestas de función los problemas políticos y sociales. “Los riesgos del Gobierno no están en los grupos políticos radicales (que no tienen fuerza real). Estará en la rabia de una gente que se empobrece”, dijo.
En este sentido, opinó que Maduro es capaz de “fulminar” cualquier acción radical contra su Gobierno, pero que le resulta imposible ganar una elección sin resolver la crisis económica.
“La teoría de juegos parece indicarnos que para Maduro, atender la crisis económica sera un asunto de supervivencia política”, auguró.
El diálogo político
La importancia de los acuerdos en el plano político con la oposición luce cada vez más disminuida para el Gobierno. El hecho de “desechar planteamientos lógicos que son indispensables para avanzar en un diálogo político” demuestra la poca intención que tendría el Ejecutivo de establecer acuerdos para la convivencia de todos los sectores.
“No puede haber avance en el dialogo sin ceder algunos elementos políticos clave, como los presos políticos. La pregunta es: ¿sí quiere avance?”, increpó.
Considera que la posición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) al mantener solicitud mínima de condiciones para sentarse es correcta. Además, insiste en que es vital “mantener la mesa viva para insistir en ello”.
“El Gobierno siente que ha podido controlar la convulsión social por la fuerza y no necesita dialogar. Esa es una visión miope del problema. Es cierto que el Gobierno es el actor más fuerte en términos de armas e instituciones. Pero la raíz del problema político esta vivita y coleando”.