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¡INCREÍBLE! La funcionaria que alertó sobre la falta de combustible del Chapecoense (nadie escuchó)

De manera oficial, Celia Castedo Monasterio se convirtió este jueves en testigo de excepción dentro de la investigación por el accidente aéreo del club Chapecoense en Rionegro (Antioquia) de un avión de la empresa Lamia, en el que murieron 71 personas.

Está acusada de atentado contra la seguridad de medios de transporte e incumplimiento de los deberes. Pero Castedo había hecho cinco observaciones al despachador de LAMIA antes del fatídico vuelo. ¿Nadie escuchó?

Composición Maduradas / Infobae.

Composición Maduradas / Infobae.

Al parecer, Castedo documentó las irregularidades pero no reportó el informe a sus susperiores. Ahora la mujer cruzó la frontera y está en Corumbá, en Brasil, donde pidió asilo político.

Al presentar el plan de vuelo, Álex Quispe, despachador de la aerolínea LAMIA, recibió cinco observaciones por parte de la empleada de la Administración de Aeropuertos boliviana (Aasana) Celia Castedo Monasterio, en la terminal de Viru Viru. Pero estas irregularidades quedaron desestimadas por la tripulación de la nave con una respuesta que intentó llevar calma: “Eso está bien, ahí nomás déjemelo“.

Entre las objeciones, resaltaba que el tiempo de vuelo y la autonomía de la nave eran los mismos, lo que no contemplaba el tiempo destinado ante un eventual desvío o maniobras inesperadas. Castedo advirtió además que el combustible no era suficiente para llegar a Medellín (Colombia).

Por su parte, una comisión tripartita, conformada por autoridades civiles y militares de Colombia, Brasil y Bolivia, empezaron a recaudar la evidencia para establecer las causas del accidente, y Castedo es una de las que encabeza la lista junto con la controladora de vuelo colombiana Yaneth Molina.

Castedo, que se graduó en 1986 del Instituto de Aviación Civil de Bolivia, es técnica aérea coordinadora, especializada ARO/AIS de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana). Ella hace parte del grupo de expertos que se encargan de verificar, aprobar y dar curso a los planes de vuelo.

Por un sueldo de 4.326 bolivianos –618 dólares al mes–, cubre turnos de 8 horas, y el vuelo siniestrado era uno de los últimos aviones que revisaba ese lunes 28 de noviembre.

La profesional dejó constancia de las irregularidades que detectó en el plan de vuelo de la aeronave, las cuales inexplicablemente fueron pasadas por alto.

Castedo ya declaró que de manera insistente le dijo al despachador de Lamia que el tiempo de ruta era igual a la autonomía de vuelo (cantidad de combustible), violando normas locales e internacionales.

Para respaldar sus afirmaciones, citó como testigos a Roger Roca, funcionario del circuito de comunicaciones del aeropuerto, y a Javier Gunter, de meteorología, quienes estaban en el mismo turno.

Con información de El Comercio / Infobae.

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