Habitantes de la pequeña ciudad de Izyum, en el óblast de Járkov, el este ucraniano, fue invadida por tropas rusas, sufriendo una enorme devastación por los proyectiles rusos, los lugareños los recibieron con una extraña amabilidad.
Los locales prepararon comida y alcohol para repartirlo entre las tropas de ocupación, quienes hambrientos y sedientos consumieron con fruición. Los soldados rusos no sospecharon que la comida y el alcohol que recibían estaban envenenados.
«Los lugareños hornearon pasteles para la 3.ª división rusa de fusileros motorizados y los untaron con veneno«, afirmó la Dirección de Inteligencia de Defensa de Ucrania .
El envenenamiento por parte de los habitantes ucranianos dejó un saldo de dos soldados muertos y otros 500 intoxicados, según informaron los servicios de inteligencia ucranianos 28 soldados rusos se encuentran en grave estado.
«Como resultado, dos invasores fueron asesinados y otros 28 fueron a cuidados intensivos. Su estado actual está por especificarse», anunció la organización.
«Otros 500 soldados de la misma división están internados en el hospital por intoxicación por alcohol fuerte de origen desconocido», afirmó.
Los suburbios de Izyum, una ciudad de casi 50 mil habitantes, han sido arrasados tanto por bombardeos indiscriminados como por ataques de precisión de acuerdo con el alcalde.
Tras los ataques rusos en la ciudad de Izyum, las escuelas fueron destruidas, las clínicas de salud reducidas a escombros por los bombardeos y las casas ordinarias demolidas por ataques aéreos.
Según Valerii Marchenko, el alcalde de la ciudad, unas 20 mil personas están actualmente atrapadas en Izyum. Muchos se esconden en refugios antiaéreos, y poco a poco se quedan sin comida ni medicinas.
Redacción Maduradas con información de El Clarín