Un venezolano relató los momentos que vivió mientras sufría en carne propia la crisis hospitalaria que se registra en el país y que Nicolás maduro y sus aliados niegan.
El criollo pasó la noche en la sala de espera de un hospital: «La abuela de mi esposa sufrió un infarto, el corazón se le apagó 87 años después de haber latido por primera vez. Pero volvió a encender como una locomotora, está estable. Son las 11:28 de la noche, es sábado 17 de agosto. La vieja está en mejor estado que este maltrecho edificio».
Asimismo aclaró que cuando llegó al centro asistencial ubicado en Maracay (Aragua) tras un viaje de dos horas desde Caracas, un familiar le informó: «Aquí lo que hay es algunos médicos y las máquinas de cardiología, todo lo demás hay que traerlo».
Fumó un cigarrillo acompañado por otro hombre, quien le dijo: «Esta clínica antes era privada y esto era bellísimo… El Centro Médico Docente de Cardiología lo tenía todo hasta que le agregaron el Bolivariano y mira cómo está».
Cuando la abuela llegó al centro de salud los médicos pidieron agujas, soluciones, un macro gotero, tubos de ensayo para las muestras de sangre e insulina (es diabética), también le mandaron a hacer exámenes para determinar el daño al corazón. Todo lo buscaron fuera del hospital, afortunadamente encontraron lo necesario.
Luego la familia vivió el terror que invade a cualquier familiar de un paciente cuando se va la luz en un hospital, todos quedaron inmóviles durante los 15 segundos que duró la falla del servicio.
Pasada la media noche un médico informó a la familia que la abuela tiene tensión 60/40, con alto riesgo a sufrir un paro respiratorio, ya en la tarde había sobrevivido a uno.
El ciudadano reconoció que estar en aquel hospital recostado sobre las tablas de unas bancas, escuchando las conversaciones de los vigilantes y viendo pasear insectos por todas partes, le hace recordar a los médicos migrantes, a quienes antes laboraban en esos espacios y ahora atienden a extranjeros, actualmente suman más de 5.000 en el exterior, según cifras del exministro de Salud Félix Oletta.
El venezolano contó también que regresó aquella mañana a Caracas, horas después recibe la llamada de su esposa quien le informa que la abuela falleció.
Se preparó para tomar el camino de regreso con sus padres y una tía. Explicó que los trámites para sacar a la abuela del hospital son complicados, exigen muchas copias, firmas de médicos, todo en medio del dolor por la pérdida.
Redacción Maduradas con información de Infobae.