Cada vez es más común en Venezuela conocer noticias sobre enfrentamientos armados entre la conocida banda de la Cota 905 y fuerzas policiales del régimen. Sin embargo, lo que no es usual es que vecinos de las comunidades «azotadas» por estos grupos delictivos reciban y agradezcan ayudas de estos «criminales».
Alberto News- CCNesnoticias
De acuerdo con The New York Times, ante el vacío dejado por los programas sociales y el mismo régimen venezolano, la banda del «Coqui» ha llenado las necesidades de las más de 300.000 personas que habitan en El Cementerio y La Vega.
Aparentemente, luego de hacerse con el control del tráfico de drogas local, la pandilla impuso normas estrictas a los residentes de la zona a cambio de frenar la violencia.
«Los malandros de antes robaban (…). Ahora ellos aparecen con todo lo que se pierde», dijo una vecina de la zona, quien prefirió mantener su identidad oculta.
De hecho, muchos de los que viven bajo el control de la banda afirman que es mejor esa situación que la anarquía y la violencia que reinaban previamente.
«La mayoría preferimos vivir así (…). No vemos una solución real«, añadió otra residente.
La banda entregaría alimentos a las personas necesitadas, ayudaría a pagar las medicinas e incluso los funerales. Además, abastecería a los equipos deportivos y patrocinaría conciertos de música. Sin mencionar que, en fiestas patrias y otras efemérides, repartiría juguetes y colocaría castillos inflables a los más pequeños.
El auge del poder de la banda sería inversamente proporcional a la caída de la economía venezolana y el declive de los programas sociales que alguna vez tuvieron a los más pobres como prioridad.
Redacción Maduradas con información de The New York Times
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