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¡INSÓLITO! Régimen chavista regalaba millones de euros a Pablo Iglesia antes de nacer Podemos

En diciembre de 2013, un mes antes de la creación de Podemos, el Gobierno de Venezuela seguía pagando a CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales), la fundación que dirigía el hoy secretario general de dicho partido, Pablo Iglesias.

El régimen bolivariano abonó medio millón de euros (496.353 euros) en ese ejercicio. Con este nuevo ingreso dicha entidad, que se reclama sin ánimo de lucro, superaba los 4,2 millones facturados a los Gobiernos de Chávez y Maduro a lo largo de una década.

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El 27 de enero de este año Iglesias cesaba como patrono de CEPS, lo hacía diez días después de que presentase oficialmente su nuevo partido, Podemos. Iglesias nunca comunicó al Europarlamento su adscripción a dicha fundación, pese a que el reglamento obliga a informar de los cargos desempeñados en las ONG o cualquier entidad con identidad jurídica. Su rival directo, el eurodiputado popular Miguel Arias-Cañete, sí declaró su pertenencia a la fundación FAES.

Esta fundación del líder de Podemos, que reclama mayor fiscalidad en España para sanear las arcas públicas, pagó cero euros de impuestos año tras año. Y ello pese a sus abultados ingresos (6,3 millones de euros en total desde 2002). Al amparo de la legislación de fundaciones y de que alegara que no tenía beneficios, CEPS nunca abonó el impuesto de sociedades pese a desarrollar una actividad, la consultoría política, que en España ejercen no pocas empresas mercantiles, que sí tributan por ello.

El desglose de las cifras de esta última remesa en 2013 de dinero venezolano para las arcas de CEPS, media docena de cuyos dirigentes o colaboradores lideran ahora Podemos (Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Luis Alegre, Alberto Montero, Juan Carlos Monedero…), se reparte así:

290.260 euros proceden del Convenio de Colaboración con el Ministerio del Poder Popular del Despacho de Presidencia de la República de Venezuela. Su vigencia arrancaba el 1 de enero de 2013, previamente a la muerte de Hugo Chávez, que se produciría dos meses después. Este contrato finalizaba el 31 de diciembre de 2013. Era un clásico dentro de la facturación de CEPS. Se repetía año a año. Su objetivo declarado era el siguiente: “prestación de apoyo técnico en las áreas administrativas, jurídicas y económicas para lo cual se enviaron a los especialistas en las materias referidas”. Tras tan rimbombante declaración, como prueban los informes desvelados por este diario, los asesores de CEPS se limitaron en muchas ocasiones a ejercer un comisariado político en favor de Chávez, al que orientaban con técnicas de guerra sucia para desacreditar a sus opositores.

En ocasiones tales expertos de esta fundación con vocación progresista solicitaban sin sonrojo infiltrar topos policiales y médicos entre los opositores en huelga de hambre para obtener datos que pudieran servir para reputarlos de locos. Otras veces tales asesores de la fundación de Iglesias pedían silenciar el caso del dirigente político rival Leopoldo López, primero inhabilitado por Chávez y después encarcelado por Maduro.

Y, entre medias, entregaban informes a Chávez tachando a la AVT (Asociación de Víctimas de los Terrorismo) de ser una organización pseudofascista y títere del PP que instrumentalizaba políticamente el dolor. Según fuentes diplomáticas, la cercanía de tales asesores de CEPS con Chávez era tal que llegaron a tener despacho propio en el edificio presidencial.

 186.093 euros emanan del Convenio con Grupo de Investigación Social Siglo XXI. “Este convenio tenía el propósito de colaborar en la puesta en marcha de una unidad de investigaciones sociológicas y en la emisión de diferentes encuestas cuantitativas y cualitativas”. Lo llamativo es que este contrato se firmaba todos los años con igual estribillo:colaborar en la puesta en marcha. Y al año siguiente volvía a ser necesario tal contrato para intentarlo. Sus sondeos siempre fueron favorables al chavismo y su director, Jesse Chacón, no disimula su parcialidad: “Lo que tenemos en Venezuela es un terreno fértil, que no apareció solo, que fue cultivado, son 12 años de siembra y de mejoras en la calidad de vida en diversos aspectos para avanzar en la lucha por la hegemonía en términos de sistemas y modelo de vida”.

La cuenta de twitter de tal grupo de sondeos se dedica a seguir y a retuitear a Maduro, a Errejón y a la vicepresidencia venezolana mientras critican la situación de los presos de Guantánamo. Es la única encuestadora mundial que no sólo mide la opinión global, también regala continuamente la suya particular. Errejón, líder de Podemos y secretario que suele firmar las cuentas de CEPS, ha sido director de la línea de investigación “Identidades Políticas” en la Fundación GIS XXI.

20.000 euros provienen del Convenio con el Banco Central de Venezuela. El objeto no permite obtener mucho detalle sobre esta aportación de los asesores de CEPS: “Este convenio pretende la colaboración en el análisis de la coyuntura económica nacional e internacional y en el diseño y ejecución de políticas nacionales y de integración regional”. Tal prosopopeya se repite año a año. Más tangible es que siempre viene acompañada de una suma de dinero.

Las cuentas de CEPS dejan constancia de que sus patronos, todos los dirigentes hoy de Podemos, no cobran por tal concepto. Pero las cuentas no permiten esclarecer si algunos de ellos han facturado en calidad de especialistas contratados y cuánto han cobrado por ello.

Iglesias no ha contribuido precisamente a aclararlo: “Hay muchos consultores españoles que trabajan en Venezuela para partidos de la oposición y pueden cobrar 6.000, 7.000, 8.000 euros al mes el algún caso. Ningún consultor de CEPS ha cobrado cantidades parecidas. Yo estuve trabajando durante un mes y cobré las dietas, ni siquiera un salario. Nada que ver con lo que reciben las fundaciones del PP, del PSOE…”.

Por otro lado, Iglesias tampoco ha registrado en su declaración de actividades del Europarlamento su pertenencia a tal patronato en los últimos tres años a pesar de que el reglamento es claro: «De conformidad con el artículo 4, apartado 2, letra a), del Código de Conducta, declaro la(s) siguiente(s) ocupación(es) durante los tres años anteriores a mi entrada en funciones en el Parlamento, y mi pertenencia durante ese tiempo a consejos directivos u otros órganos de empresas, organizaciones no gubernamentales, asociaciones u otros organismos con personalidad jurídica”.

Hermetismo sobre los pagos

El hermetismo es total sobre tales sueldos, pagos por servicios profesionales e impuestos de tal fundación. Los dirigentes de Podemos, ayer de CEPS, remiten a los responsables de esta fundación, que dan una magra información: “Respecto a la contabilidad de 2014 y las actividades desarrolladas este año, dado que se trata de un año en curso, no podemos facilitar la información que se nos solicita. En cuanto a su interés específico sobre las actividades de la fundación en Venezuela, le informamos que CEPS no tiene en la actualidad convenio alguno con el Ejecutivo de Venezuela. Por lo que respecta al cumplimiento de las obligaciones fiscales, la Fundación CEPS se encuentra al corriente de dichas obligaciones y ha rendido puntual cuenta de todas las actividades desarrolladas”.

El silencio de los líderes de Podemos y de la fundación que durante años han dirigido dejan en el tintero respuestas que los ciudadanos sí han pedido respecto a fundaciones como Nóos o las vinculadas a PP o PSOE: ¿cómo se adjudicaron los convenios?, ¿por concurso o a dedo?, ¿cuál fue el contenido de los informes o trabajos realizados?, ¿cuál era la relación entre el coste real del servicio prestado y el precio pagado?, ¿cómo se repartieron los ingresos de CEPS, que han llegado a sumar un millón de euros anuales, en casi su totalidad procedente del Gobierno venezolano? ¿Qué impuestos se han pagado por ello desde la fundación? Son elementos relevantes de cualquier fundación, máxime cuando la ha dirigido el cuadro de honor de un partido con aspiraciones de gobierno.

Donaciones sin datos identificadores

Iglesias siempre ha refutado toda idea de que Venezuela haya financiado a Podemos vía CEPS o a través de cualquier otro mecanismo.Y, ciertamente, a fecha de hoy, no hay ninguna prueba de ello. Pero lo que sí ha hallado el Tribunal de Cuentas en sus donaciones de la campaña electoral de las europeas, tan pegadas al abandono de Iglesias de CEPS y al fin del convenio con el Gobierno de Venezuela, es que su sistema de donaciones por internet estaba plagado de carencias en materia de identificación de sus autores.

Dicho organismo sentenciaba que el sistema que usa Podemos, el crowfunding, “no está expresamente contemplado en la legislación actual sobre financiación de partidos políticos”, y destacaba “las dificultades en la identificación de su procedencia que se han manifestado en la práctica”. De hecho, la mitad de las donaciones particulares recibidas, vía única de financiación de Podemos por su voluntad de rehuir préstamos bancarios, carecía de alguno de los elementos legales exigibles para identificarlas. Podemos asegura que ya ha corregido tales anomalías contables.

Las coincidencias políticas de Podemos con los clientes de CEPS, no obstante, son evidentes. Ecuador ha sido uno de los principales subvencionadores de la fundación de Iglesias año tras año. Sólo en 2013 le aportaron 274.430 euros por mor de un convenio con la presidencia de Ecuador, otro con el ministerio de Asuntos Exteriores y otro con la secretaría de Planificación. En su primera gira internacional tras las europeas, Iglesias y Errejón se desplazaron a Ecuador, donde mantuvieron una entrevista con el presidente Rafael Correa, así como a Bolivia, donde los recibió su homólogo Evo Morales, asiduo cliente también de CEPS.

Hay un dato que revela la importancia de tales amigos americanos: de los 775.043 euros que ingresó CEPS en 2013 todo procedía de Venezuela y Ecuador salvo…4.258 euros que les dio la Universidad de Valencia. Y esta desproporción se ha repetido año tras año.

Vozpópuli

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