Alquilar una vivienda en Caracas se ha vuelto cada vez más difícil, por no decir imposible. Además de la poca oferta en el mercado por el temor de los arrendatarios a no recuperar su inmueble, los precios a pagar son muy altos, publica El Nacional.
El arrendamiento de un apartamento de 80 m2, durante el primer semestre de 2014, se cotizaba en aproximadamente 40.000 bolívares —según datos de clasificados— considerando zonas clase media de Caracas. Actualmente, en los mismos lugares, las cifras ascienden a más de 100.000 Bs, lo que representa un incremento de 100 % en un año.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos González, no se atrevió a dar cifras sobre en cuánto está la oferta actual de alquileres, pero prefirió explicar lo que consideran los arrendatarios al momento de ofrecer una vivienda.
“Para entender lo perjudicada que está la compra de una casa, debemos tomar en cuenta que un arrendatario fija el monto del alquiler considerando un posible costo de la vivienda, a través de esa cifra obtendrá cuál es —a su juicio— la justa”, comentó.
Indicó que si un apartamento cuesta 8.000.000 de bolívares en Candelaria, es imposible que el arrendamiento lo fijen los dueños basados en lo que estipula la ley, es decir, 8.430 Bs por cada m2, a cuya cantidad se le debe sacar 5% y dividirse entre 12, lo que dará un canon de Bs 2.810.
Señaló que este desajuste en los costos se debe al divorcio que existe entre la Ley de Arrendamiento y la realidad económica del país.
“Legalmente los precios de arrendamiento no han variado, ya que la ley no ha cambiado desde hace tres años. Si bien la ordenanza estipula parámetros para poder definir el costo de un inmueble, estos no son considerados por estar divorciados de la realidad”, comentó.
Aseguró que uno de los puntos más burlados por los arrendatarios es el contrato previo que debe introducirse en la Superintendencia de Precios Justos. “Esa ley desestima los niveles de inflación como factor absolutamente básico para el mercado inmobiliario”, agregó.
González indicó que la ley no distingue diferencia entre la ubicación de la vivienda. “Tener un apartamento en Catia o Caricuao es igual que esté ubicado en Altamira o El Hatillo; tal factor hace inviable su aplicación”.
Solución
Las recomendaciones del sector inmobiliario son: cambiar las leyes, actualizarlas y hacerlas funcionales. Hace falta eliminar los controles de producción porque hay excesos con desconocimiento de los valores reales.
Van tres años con montos congelados, lo que implica que la empresa privada no está participando porque los precios establecidos por la normativa no están ajustados a la realidad.