Inhumano. Así se ha vuelto el día a día de quienes quieren adquirir productos básicos en Venezuela. Colas por largas horas, altas temperaturas y lluvias son algunas de las condiciones que deben enfrentar quienes quieran adquirir un producto tan básico como un kilo de harina o de papel higiénico, pero aunque parezca increíble, la situación siempre puede volverse más alarmante e inhumana.
Según reporta El Nacional, un hombre que ronda los sesenta años de edad tuvo que mostrar la cicatriz que le dejó una operación a corazón abierto para que le permitieran ingresar a un supermercado en el estado Táchira.
El hecho ocurrió en el comercio Hipermercado Baratta, en la avenida Ferrero Tamayo de la capital andina.
Cuando el sexagenario se acercó a las autoridades del comercio para pedir que por su condición lo dejaran ingresar al local, los trabajadores se negaron. Por esta razón tuvo que mostrar la cicatriz que va desde su cuello hasta la mitad de su abdomen.
En el local no había fiscales de la Superintendencia Nacional de Precios Justos ni efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado.
La corresponsal de El Nacional en la región andina del país, Eleonora Delgado, informó que la fila de personas para ingresar se extiende a lo largo del amplio estacionamiento del Hipermercado.
En esta ocasión solo había llegado papel de baño al negocio.
Con información de El Nacional.