Recientemente, Jesús Enrique Rosas, experto en lenguaje corporal, analizó la entrevista que Harry y Meghan Markle ofrecieron a Oprah, y que generó gran controversia por las declaraciones realizadas por los ex integrantes de la familia real británica.
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De acuerdo con Rosas, durante la conversación, Meghan mantuvo una “conexión” con Oprah y su postura, por tanto, fue de absoluta confianza. En contraste, Harry se dejó ver “tenso” y con una postura levemente inclinada hacia adelante. Así mismo, hizo alusión al hecho de que el duque de Sussex mantenía sus piernas cruzadas a la altura de los tobillos y sin plantar, firmemente, los pies en el suelo.
“(Es) una actitud beta y sumisa (…). Meghan está emocionalmente separada de él. Él se inclina hacia ella, incluso girando su torso en su dirección”, asomó el experto al respecto.
También aseguró que la elección de colores en el vestir de la pareja no fue al azar. Al parecer, el color negro seleccionado por Meghan es mucho más “poderoso” que el blanco y gris de Harry. A juicio de Rosas, es otra señal de “quién tiene e control”.
«Esa es otra señal de quién manda», reafirmó.
En ese sentido, aseveró que, de hecho, Meghan utilizó varios gestos para reafirmar sus palabras, lo cual indica que ella mantiene el orden de la relación y, en la entrevista, es quien lleva también el control de la situación.
Igualmente, el experto hace hincapié en el uso que Markle hace de sus pulgares. A su juicio, las personas dominantes los muestran sin temor e incluso usan su mano completa para señalar a su interlocutor, como lo hizo Meghan con Oprah. En contraste, aseguró que las personas sumisas ocultan sus pulgares, ya que son representación del ego.
Sin embargo, Rosas no dejó de lado que Meghan es susceptible al contar lo ocurrido para finalmente renunciar a su título de duques de Sussex. De hecho, afirma que, el hecho de que levante las cejas al referirse a la “vida independiente” es señal de que esto es un valor irrenunciable para ella; así como el leve movimiento afirmativo con su cabeza para indicar que no quería “seguir viva”.
“(Ella) intenta controlar sus emociones, pero algunas se le escapan”, sentenció.
Hizo alusión, así mismo, al momento en el que Meghan Markle asegura que dijo la “verdad”, pero que pestañó siete veces en dos segundos. A su juicio, es un indicador de que no fue totalmente sincera.
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Redacción Maduradas
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