Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa del régimen de Nicolás Maduro, es la única pieza pesada por la que todavía el gobierno de Estados Unidos no ha ofrecido una recompensa para lograr su captura, en un acto que podría considerarse como una oportunidad para que finalmente facilite la transición hacia un gobierno de emergencia en Venezuela.
Padrino López se salvó en marzo, junto con Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia chavista, de que el gobierno estadounidense aplicara la misma medida en su contra, cuando la lanzó hacia Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, Diosdado Cabello y otros funcionarios y exfuncionarios chavistas. A todos, sin embargo, las autoridades los acusaron de estar presuntamente involucrados en el narcotráfico.
Pero la suerte de Moreno terminó este martes 21 de julio porque ahora por su cabeza ofrecen 5 millones de dólares. Una vez más, el ministro de Defensa del régimen salió a flote, a menos de momento. El Departamento de Estado de Estados Unidos estaría esperando a que Padrino López dé un paso al frente y traicione a Maduro.
Incluso, Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, garantizó en el Marco para la Transición Democrática en Venezuela que el general continúe en su cargo en un eventual gobierno de transición hasta tanto en el país se realicen unas elecciones transparentes, libres y democráticas para elegir a un presidente que cuente con la legitimidad y el reconocimiento internacional.
A la internacionalista Carmen Beatriz Hernández, en meses pasados, le pareció llamativo que no se haya ofrecido una recompensa por Padrino López y Moreno. Pero, agregó en una entrevista concedida a El Nacional, que esta consideración pareciera indicar que Estados Unidos piensa que con estas altas figuras puede haber posibilidades de una negociación.
Redacción Maduradas
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