El Ministerio de Exteriores de Irán informó este miércoles 20 de julio que convocó al encargado de negocios interino de la Embajada argentina en Teherán, y le transmitió su protesta por la imposición de restricciones a la salida los tripulantes iraníes de un avión de carga venezolano en Argentina.
El avión en cuestión, un Boeing 747 Dreamliner, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos, empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y el 8 de junio despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
En Argentina, las petroleras no cargan combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos. A la vuelta de Uruguay y tras recibir una alerta de diversas agencias internacionales, las autoridades argentinas inmovilizaron la aeronave y se ordenó la retención de los pasaportes de los cinco iraníes.
La Justicia argentina lleva adelante una investigación para dilucidar los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional.
En ese marco, el juez federal Federico Villena retiró los pasaportes a toda la tripulación e incautó el avión, en tanto, un dictamen de la fiscal Cecilia Incardona señaló la necesidad de proseguir la investigación respecto del piloto del avión, Gholamreza Ghasemi, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga.
La fiscal observó que el FBI informó de que el piloto del avión es director ejecutivo y miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air, empresa que proporciona asistencia a la fuerza Quds -una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán- y a Mahan Air, las cuales han sido calificadas como «entidades terroristas».
El ministerio de Exteriores iraní en un comunicado, resaltó que las acusaciones son infundadas, y calificó de inaceptable la prolongación del proceso de investigación del juez argentino para estudiar el estado del avión y los ciudadanos iraníes.
«El estado del avión venezolano y los ciudadanos iraníes, como miembros de la tripulación del avión, han estado completamente dentro del marco de las leyes internacionales y las convenciones de aviación y no hay reclamaciones contra los ciudadanos iraníes», subraya el comunicado de Exteriores de Irán.
El comunicado asimismo destaca la «profunda preocupación» del gobierno de la República Islámica y las familias de la tripulación iraní por la prolongación de la incautación de los documentos de los tripulantes y su salida del país y agrega que «es un claro ejemplo de violaciones de derechos humanos» y enfatiza la necesidad de eliminar «de inmediato» las restricciones a su salida.
EFE
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