Julio Borges, dirigente de Primero Justicia (PJ), rechazó las acusaciones en su contra sobre presuntos malos manejos financieros en el partido, afirmando que cuando dejó la coordinación de la organización hace dos años, lo hizo sin dejar deudas y con un fondo de ahorro destinado a su mantenimiento.
Reuters
Estas acusaciones salieron a la luz el 9 de octubre a través de un reportaje de la periodista Celina Cárquez para Efecto Cocuyo. En el artículo, se aborda la crisis interna dentro de PJ, protagonizada por fundadores como Borges y Henrique Capriles.
Según fuentes internas, Capriles habría acusado a Borges de no rendir cuentas sobre el manejo de las finanzas del partido y de no confiar en los procesos electorales. Además, señaló a Juan Carlos Caldera, cercano a Borges y exrepresentante de la MUD ante el Poder Electoral, de haber «filtrado información al Sebin» sobre González Urrutia durante la campaña.
Borges respondió a estos señalamientos, diciendo: “Sobre estar conspirando me preocupa que utilice las mismas acusaciones que usa la dictadura contra los dirigentes, contra los periodistas, contra los que paran en una alcabala, contra los que le revisan su teléfono, contra 1.800 venezolanos que están, injustamente, encarcelados al día de hoy. Para ellos, todos somos conspiradores”.
El exdirigente también manifestó su sorpresa ante las acusaciones infundadas, señalando que este tipo de ataques son comunes en el gobierno, y advirtió: “Venezuela no se merece que nuestros dirigentes copien los modos de ser de la dictadura”.
Borges lamentó que, pese a lo que él describe como un fraude electoral el 28 de julio, con la oposición logrando una amplia victoria según las actas electorales y la existencia de miles de detenidos por protestar, algunos dentro de PJ promuevan acusaciones sin fundamento que solo agravan la situación interna del partido.
Asimismo, Borges expuso lo que, a su juicio, serían las razones detrás de estas acusaciones: “Las únicas razones que nosotros vemos son tres: primero, una rivalidad absurda y un no reconocimiento de María Corina Machado, a la que nunca apoyaron en la campaña, ni promocionaban sus actos y hasta se le cortaba de las fotos en las redes; en segundo lugar, quieren mandar un mensaje a la dictadura de deslinde con la lucha por hacer valer el 28J y empezar a normalizar y caer en el chantaje de siempre. En tercer lugar, la posibilidad de hacer méritos para que la dictadura les regale la tarjeta de Primero Justicia a quien se pliegue a la agenda del régimen”.
Redacción Maduradas con información de La Patilla y Efecto Cocuyo