El presidente Nicolás Maduro vive «cómodo» en la controversia y luego de polemizar con su exquisita cena con un afamado chef turco, hoy protagonizó otra de sus «novelas» con su precipitado viaje a Nueva York para acudir a la Asamblea General de la ONU.
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Fotos: Reuters-New York Post
Composición: Maduradas
Maduro viajó con la ilusión de reunirse con Donald Trump, pero se quedó vestido y alborotado, así que no le quedó más que hablar por más de 46 minutos ante la plenaria en un discurso plagado de acusaciones y desconociendo la crítica situación del país.
Pero lo que quedó muy claro fue que al jefe de Estado le sentó muy bien el banquete con Salt Bae y las «papas» que a diario se come. Porque en el avión casi se salía del asiento y se le notaba un prominente «rollito».
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Foto: Captura de video
Y es que a pesar de que lo visten de oscuro para disimular la «lipa», cuando suelta el saco la «magia» se disipa. En esta foto tomada por Reuters, el botón de su flux está a punto de estallar.
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REUTERS/Eduardo Munoz
Lo cierto es que Maduro sigue ganando y ganando peso mientras el venezolano común lo pierde y se va convirtiendo en anémico, ante la imposibilidad de ingerir proteínas de buena calidad constantemente.
Redacción Maduradas
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