Adquirir los medicamentos en un solo establecimiento es una tarea casi imposible para los caraqueños, quienes además hacen largas colas en las boticas para adquirir las recetas médicas, deben lidiar con el alto costo que tienen algunos fármacos, entre ellos algunos antibióticos.
Conseguir medicamentos básicos como ibuprofeno, loratadina o pastillas anticonceptivas se ha vuelto en definitiva un viacrucis para los venezolanos.
En locales de la red estatal Fundafarmacia, es posible hallar medicamentos como acetaminofén, antihipertensivos, vitaminas (solo en gel o en crema) y algunos antibióticos. Pero no hay condones, píldoras anticonceptivas, ibuprofeno o antialérgicos.
En el caso de las cadenas de farmacias privadas, se pueden hallar de manera intermitente ibuprofeno, acetaminofén, pero no hay fármacos para la hipertensión, vitaminas o métodos anticonceptivos.
Keyla Guerra, una joven que toma píldoras anticonceptivas, aseguró que se le ha hecho muy difícil conseguir las pastillas. «La marca de pastillas que usaba no la encuentro; así que me ha tocado usar las que voy consiguiendo. Las inyecciones tampoco se encuentran».
El presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, Freddy Ceballos, apuntó que la escasez de medicamentos se agudizó y el sector presenta 70% desabastecimiento en todo el país. Hasta el pasado mes la falta de medicinas se situaba en 60% en Caracas y 70% en el interior; y ahora las fallas en el suministro se equipararon en todo el país. Ceballos añadió que el problema con las drogas no es de distribución, sino de por falta de importación.
El vocero del gremio también añadió que los rubros que más presentan problemas con el abastecimiento son los fármacos para la hipertensión, la tiroides, psicotrópicos y anticonceptivos.
«De cada 10 medicamentos que se solicitan en las farmacias solo se consiguen uno o dos productos», añadió.
«A muchos pacientes se les han presentado crisis de tensión o de la tiroides porque no consiguen los medicamentos. Los pacientes con patologías mentales como esquizofrenia tampoco consiguen medicinas. No hay medicamentos para la mayoría de las enfermedades crónicas», continuó el vocero.
Advirtió que la escasez de preservativos podría representar un riesgo de salud pública, pues no solo se trata de embarazos no deseados, sino también se podría incrementar el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Con información de El Universal.