María Clark, una mujer de Lousiana, en Estados Unidos, perdió a su hijo Nicholas Peters hace casi dos años y ella decidió ayudar a mejorar la calidad de vida del estudiante Jean Paul.
El Comercio.
Nicholas murió en un accidente de tránsito a los 25 años, su madre lo describió como una persona sociable que ayudaba a todos.
La madre cumplió el último deseo de Nicholas y donó sus órganos a personas que los necesitaran en todo el país, uno de ellos fue Jean Paul de 14 años, quien en 2020 estaba en lista de espera para su segundo trasplante de corazón por padecer cardiomiopatía, una afección que reduce la capacidad del músculo cardíaco de bombear sangre.
La madre de Jean Paul, Candance Armstrong, explicó el primer trasplante de su hijo duró poco tiempo antes de comenzar a fallar.
«Cuando recibió el primer trasplante, sabíamos que la probabilidad de que tuviera que recibir un segundo era muy probable (..) Terminó en el hospital en junio de 2020″, recordó.
Pero el adolescente se sometió a una nueva operación, aunque en ese momento no supieron nada de la familia que hizo posible la cirugía, poco después recibieron la carta de Clark.
«Que Jean Paul realmente conociera a una persona y se conectara con él y la familia, era la primera vez que nos sucedía”, dijo la madre del adolescente.
Ambas madres acordaron encontrarse el 14 de mayo en Nueva Orleans, Armstrong y su hijo llevaron un estatoscopio para que María pudiera escuchar lo latidos del corazón de su hijo en el cuerpo de Jean Paul.
«Entró y simplemente me abrazó. Me dio un fuerte abrazo, como lo hizo Nick. Y luego escuchar el latido del corazón, era tan fuerte y tan lleno de vida (…) Estaba tan conectada con él porque se parecía mucho a Nick», dijo Clark.
Mientras que Armstrong señaló que ahora consideran a Clark, sus hijos y nietos, como parte de su familia.
«Sentimos que lo conocemos. Hablamos de él, Nick, como si fuera parte de su familia, y lo es. Ya no es un donante, es Nick», manifestó.
Redacción Maduradas con información de El Comercio.
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