Este fin de semana, más de 100 personas se congregaron en silencio sobre tapetes de yoga en Seúl. Pero no estaban allí para practicar posturas complicadas ni para meditar. En cambio, participaron en el evento anual “Space-out”, una mezcla única de desafío físico, obra de arte y respiro de la sociedad hipercompetitiva de Corea del Sur.
Durante 90 minutos, los participantes se esforzaron por desconectarse del mundo exterior. No se permitía hablar, revisar el teléfono ni quedarse dormido. En lugar de competir por velocidad o fuerza, el objetivo era mantener la calma y la estabilidad interna.
Los organizadores monitorearon el ritmo cardíaco de los concursantes mientras los espectadores votaban por sus 10 favoritos. Aquel que lograra mantener la frecuencia cardíaca más estable se llevaba a casa el codiciado trofeo.
Redacción Maduradas con información de Edaradio
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